Día del Medio Ambiente: Acción contra el Hambre pide medidas concretas
Lunes, 8 jun (RV).- En los últimos 30 años el número de desastres meteorológicos se
ha multiplicado por cuatro. El efecto de un huracán es 40 veces mayor en un país pobre
que en un país rico. Por este emotivo Acción contra el Hambre reclamó medidas decididas
de adaptación y mitigación al cambio, así como para la prevención de desastres, el
Día Mundial del Medio Ambiente celebrado el pasado 5 de junio reflexionó sobre el
aumento de la dimensión del hambre con el cambio climático.
Según un
comunicado difundido por la oficina de Acción Contra el Hambre, aunque muchos países
occidentales se preocupan por las consecuencias que el cambio climático tendrá dentro
de unas décadas, en muchas zonas del planeta su impacto humanitario ya es una realidad
a la que los equipos de Acción contra el Hambre se enfrentan cada día.
El
agua está a menudo en el corazón del problema. Las inundaciones cada vez más frecuentes
relacionadas con este fenómeno global son sinónimo de muerte, destrucción de infraestructura,
problemas de saneamiento, proliferación de enfermedades y desplazamientos de la población.
Su escasez (sequías) se traduce en inseguridad alimentaria, migración y conflictos
por las menguadas reservas de agua.
Las alteraciones climáticas se
convierten así en desastres humanos: actúan como un factor agravante en zonas ya de
por sí muy vulnerables. Y es que el mismo huracán no tiene el mismo efecto en un
país rico que en uno pobre: el número de víctimas es, en promedio, 40 veces mayor
en los países en desarrollo. En los últimos 30 años el número de desastres meteorológicos
se ha multiplicado por cuatro. Desde 1999, un promedio de 250 millones de personas
se han visto afectadas por estos fenómenos y más de 120.000 personas mueren cada año
como consecuencia de ello. Además, estas víctimas son las menos responsables de los
cambios y las que menos posibilidades tienen de ponerles freno.
Por
ello Acción contra el Hambre exige que los actores políticos, financieros, humanitarios,
de la sociedad civil, adopten estrategias realistas y técnicas sostenibles a gran
escala de adaptación al cambio climático; que se capacite a la población más expuesta
para hacer frente a los desastres; y señala que el aspecto supranacional del cambio
climático no debe ser una excusa para el fatalismo y la irresponsabilidad: es posible
realizar muchas acciones para mitigar su impacto. Los planes de desarrollo tienen
que tener en cuenta los riesgos que existen y realizar los ajustes necesarios frente
a ellos.
La respuesta a estas peticiones requiere coordinación y recursos
financieros a largo plazo que posibilite realizar programas no sólo de atención a
los desastres, sino también de prevención de estos desastres y de adaptación al medio.
Acción
contra el Hambre es una organización humanitaria internacional e
independiente
que combate la desnutrición infantil a la vez que garantiza agua y medios de vida
seguros a las poblaciones más vulnerables. Interviene en más de 40 países apoyando
a cinco millones de personas. Su visión es un mundo sin desnutrición; su primer objetivo,
devolver la dignidad a quienes hoy viven amenazados por el hambre.