En la inauguración del Congreso diocesano el Papa recuerda que el futuro del cristianismo
y de la Iglesia en Roma depende del compromiso y del testimonio de cada uno de los
fieles
Miércoles, 27 may (RV).- La Iglesia: pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo, el papel de
los laicos corresponsables, y la concepción de la Iglesia tras el Concilio Vaticano
II, fueron los temas abordados ayer por Benedicto XVI en la ceremonia de inauguración
del Cogreso diocesano sobre la “pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral”,
en programa hasta el próximo 29 de mayo. La ceremonia tuvo lugar en la Basílica de
San Juan de Letrán, y tras el saludo del cardenal Agostino Vallini, vicario para la
diócesis de Roma, el Santo Padre recordó en su discurso que el futuro del cristianismo
y de la Iglesia en Roma depende del compromiso y del testimonio de cada uno de nosotros.
Benedicto XVI dijo que el mandato de evangelización corresponde a todos, laicos
incluidos, si bien queda todavía mucho camino por recorrer dado que demasiados bautizados
no se sienten parte de la comunidad eclesial y viven al margen de ella. De ahí que
el Papa considerara importante que venga renovado el esfuerzo por una formación más
“atenta y puntual” de los laicos”, por lo que corresponde a los párrocos la promoción
del crecimiento espiritual apostólico de cuantos ya están activos en la Parroquia.
Benedicto
XVI por otra parte recordó que el Concilio Vaticano II, ha sido portador de buenos
frutos, y no ha sido una ruptura que ha dado vida a otra iglesia, sino una verdadera
y profunda renovación y crecimiento de un único sujeto que se desarrolla.
Se
trata de la segunda vez que el Obispo de Roma inaugura este evento que este año se
dedicará a la verificación del camino pastoral en el último decenio. Entre los desafíos
de este congreso eclesial, el cardenal Agostino Vallini, colocó en primer lugar el
llamado con valentía y confianza a la parte más viva y partícipe de la comunidad parroquial
para reflexionar sobre el ser Iglesia en estos tiempos difíciles. En particular, favoreciendo
una toma de posición cada vez más conciente por parte de los fieles sobre su propio
ser comunidad eclesial incluso frente a los cambios culturales y sociales que actualmente
se están viviendo”.