“No te dejes vencer por el mal”: Seminario de estudio sobre la pastoral del deporte
en el Año Paulino
Lunes, 25 (RV).- “Vince in bono malum”, “No te dejes vencer por el mal” (Rm 12,21).
Ésta invitación directa es la que lanzan los miembros del Centro Deportivo Italiano
en el seminario de estudio sobre la pastoral del deporte que se celebrará mañana en
Roma en el marco del Año Paulino.
El tema elegido este año hace referencia
a la frase paulina contenida en la Epístola a los Romanos: “No te dejes vencer por
el mal; antes bien, vence al mal con el bien”, a través de la cual se invita a profundizar
los desafíos y las dificultades provocados por una errónea interpretación de los valores
deportivos, tanto en ámbito profesional, como aficionado. La solución positiva consiste
en recuperar la dimensión educativa del deporte, y sobre todo, la búsqueda de cómo
realizar una actividad deportiva que genere la victoria del bien sobre el mal.
Se
trata del tercer seminario formativo sobre la pastoral del deporte dirigido a seminaristas
de los colegios pontificios que participan en la Clericus Cup, el campeonato de fútbol
entre seminarios organizado por el Centro Deportivo Italiano. En particular, a la
luz del Año Paulino, se pretende desarrollar la “teología paulina” a favor de una
pastoral juvenil que sepa educar y evangelizar a través del deporte.
Así lo
recordó el propio Benedicto XVI: “No seáis sólo competidores deportivos, sino atletas
que se comprometen en alcanzar el premio de una vida cristiana. Vuestro ejemplo llevará
a otros, a competir en su ambiente para alcanzar lo que es duradero y bueno, y a ser
atletas de Cristo donando a los hombres el testimonio de la verdad”.
“El deporte
como areópago moderno”, “El mister: un apóstol entre los jóvenes”, “Las virtudes paolinas
del deporte” y “Combatiendo la buena batalla”, son algunos de los argumentos que se
expondrán mañana en el seminario dedicado al deporte que contará con la presencia
de Marcello Lippi, el director técnico de la selección italiana. El encuentro está
dirigido a los participantes de la Clericus Cup, a los seminaristas de los colegios
pontificios, a los rectores de los seminarios regionales y diocesanos, a los responsables
de la pastoral juvenil, y a los sacerdotes y educadores de las parroquias.
Sin
duda uno de los pontífices más deportistas fue el Siervo de Dios Juan Pablo II, quien
en numerosas ocasiones sorprendió montado en unos esquís o dando largos paseos por
la montaña. Precisamente él fue quien recordó que el deporte, a la vez que favorece
el vigor físico y templa el carácter, no debe apartar jamás de los deberes espirituales
a cuantos lo practican y aprecian. Porque según palabras de san Pablo, sería como
si uno corriera sólo "por una corona que se marchita", olvidando que los cristianos
nunca pueden perder de vista "la que no se marchita" (cf. 1 Co 9, 25). Y en este sentido
Juan Pablo II recordaba que la dimensión espiritual debe cultivarse y armonizarse
con las diversas actividades de distracción, entre las cuales se incluye también el
deporte.
Benedicto XVI por su parte, ha utilizado el lenguaje deportivo en
muchas ocasiones, para acercarse sobre todo a los jóvenes. Como por ejemplo en Sydney,
durante la Jornada Mundial de la Juventud 2008 pidió a los jóvenes que no “dejaran
en el banquillo” a Dios, invitando a que lo acogieran en sus corazones. Pero el Pontífice
también ha alabado las excelencias de practicar el deporte de modo sano y armonioso,
porque favorece la fraternidad y la solidaridad entre las personas y el respeto y
la valoración del ambiente natural.
Retomamos, para finalizar, el “Vince in
bono malum” paulino que desde el Centro Deportivo Italiano proponen para reflexionar.