Editorial ‘Octava dies’ - «Comunicar: virtual y sustancial»
Sábado, 23 may (RV).- «Comunicar: virtual y sustancial». Es el título del editorial
del padre Federico Lombardi para el informativo Octava Dies, del Centro Televisivo
Vaticano de esta semana, dedicado al mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales que la Iglesia celebra mañana, por ser el domingo que
precede la solemnidad de Pentecostés.
«El bellísimo mensaje del Papa para este
año toca un punto estratégico y crucial en la realidad del mundo de la comunicación
en rápido desarrollo: «Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura
de respeto, de diálogo, de amistad». Benedicto XVI – o mejor dicho BXVI, como se le
suele llamar en este mundo particular – se dirige ante todo a los jóvenes, a la denominada
‘generación digital’, animándola en el desafío de vivir su propio crecimiento y su
propio compromiso humano y espiritual también en la dimensión comunicativa, caracterizada
por las nuevas tecnologías.
Dimensión que ocupa tanto espacio en las jornadas
de esta ‘generación digital’, recuerda el padre Lombardi, junto con la necesidad de
acompañar a los jóvenes en la inculturación del Evangelio también en el mundo de las
nuevas tecnologías: «También aquí, en efecto, la fe cristiana debe ser ‘inculturada’,
presente como anuncio y estilo de vida y de relaciones. Aunque no sea fácil. El riesgo
de limitarse al juego, de perder tiempo, de huir de la realidad y de quedarse en lo
superficial está en asechanza. Por su parte, BXVI, cuando habla a los jóvenes – por
ejemplo en las Jornadas Mundiales de la Juventud, insiste en querer comunicar a la
juventud contenidos firmes, consistentes y articulados, que requieren empeño para
ser asimilados, aun antes de ser traducidos en la vida de cada día. Por lo tanto:
hacer pasar lo sustancial por medio de lo virtual es un gran desafío ¿Lo lograrán
nuestros jóvenes? ¿Lograremos acompañarlos en esta aventura? Lo esperamos de verdad.
Pero no debemos quedar víctimas de la fascinación de los extraordinarios éxitos tecnológicos,
debemos seguir distinguiendo posibilidades y límites. Y seguir buscando, al mismo
tiempo, en la profundidad aquel sólido terreno de la relación vital con Dios y con
los demás, sobre el cual edificar verdaderamente una cultura de respeto, de diálogo
y de amistad».