2009-05-21 12:33:25

El 24 de mayo, Jornada de Oración por la Iglesia en China


Jueves, 21 may (RV).- Este domingo 24 de mayo se celebra la Jornada de Oración por la Iglesia en China, propuesta por el Santo Padre Benedicto XVI en la Carta a la Iglesia católica en la República Popular China. La elección del 24 de mayo se debe a que es el día que se celebra la memoria litúrgica de la Beata Virgen María, gran ayuda y guía de los cristianos, y particularmente venerada en el santuario mariano de Sheshan, en Shangai.



En la carta de 2007, Benedicto XVI ofrecía algunas orientaciones sobre la vida de la Iglesia y la obra de evangelización en China, para ayudar a descubrir lo que el Señor y Maestro, Jesucristo, quiere de cada uno de ellos.



Considerando algunas transformaciones positivas de la situación de la Iglesia en China, las mayores oportunidades y facilidades en las comunicaciones y, las peticiones que varios Obispos y sacerdotes le dirigieron, Benedicto XVI revocó con la Carta dirigida a la Iglesia en China, “todas las facultades que fueron concedidas para afrontar exigencias pastorales particulares, surgidas en tiempos realmente difíciles”. Así como “todas las directrices de orden pastoral, pasadas y recientes”, porque los principios doctrinales que las inspiraron” tienen ahora una nueva aplicación” en las directrices contenidas en la Carta enviada por el Pontífice.



“Queridos Pastores y fieles –dijo el Papa- el día 24 de mayo, que está dedicado a la fiesta litúrgica de la Santísima Virgen María, Auxilio de los Cristianos, podría llegar a ser en el futuro una ocasión para los católicos de todo el mundo para unirse en oración con la Iglesia en China”.



Con el deseo de que esta fecha sea un día de oración por la Iglesia en China, el Papa exhortó a celebrarla renovando la “comunión de fe en Jesús, Nuestro Señor, y vuestra fidelidad al Papa, rogando para que la unidad entre vosotros sea cada vez más profunda y visible”. Benedicto XVI recordó además en su misiva el mandamiento del amor que Jesús nos dio, de amar a nuestros enemigos y rogar por los que nos persiguen, además de la invitación del apóstol san Pablo: “Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en el mundo, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tm 2,1-4).



En esta misma Jornada, los católicos en el mundo entero —en particular los de origen chino— muestran su solidaridad y solicitud fraterna por la iglesia en china, pidiendo “al Señor de la historia el don de la perseverancia en el testimonio, seguros de que vuestros sufrimientos pasados y presentes por el santo Nombre de Jesús y vuestra intrépida lealtad a su Vicario en la tierra serán premiados, aunque a veces todo pueda parecer un triste fracaso”, finalizó el Pontífice su misiva anunciando el 24 de mayo como Jornada de Oración por la Iglesia en China.








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