Benedicto XVI visita la abadía de Montecassino el próximo domingo
Martes, 19 may (RV).- La abadía de Montecassino espera con ilusión la visita pastoral
de Benedicto XVI el próximo domingo. Uno de los momentos más importantes del viaje
será la celebración de las vísperas en la abadía benedictina, con los abades y abadesas
de todo el mundo. Un momento particular para subrayar cuan ligado está el Papa a la
figura de san Benito de Nursia.
Benedicto no es sólo el nombre del Papa, sino
que está profundamente arraigado en su corazón. Pocos días antes de ser elegido para
la Cátedra de Pedro, Joseph Ratzinger estaba en el Monasterio de Santa Escolástica
de Subiaco, donde pronuncia un discurso memorable sobre el valor permanente de la
fe cristiana frente a los límites de la actual cultura racionalista. “Necesitamos
hombres como Benito de Nursia – decía entonces el cardenal - quien en un momento
de decadencia y disipación, consiguió fundar en Montecassino la ciudad sobre el monte
y reunir las fuerzas sobre las que se formó un mundo nuevo. Necesitamos hombres como
san Benito que con la mirada puesta constantemente en Dios, aprendan de él la verdadera
humanidad”.
Tres semanas después, el 27 de abril en la Plaza de san Pedro el
nuevo Pontífice celebra su primera audiencia general y se detiene sobre la elección
del nombre de Benedicto, subrayando cuan venerado sea el Patriarca del monaquismo
occidental en Baviera, su tierra natal.
“San Benito constituye un punto
de referencia fundamental para la unidad de Europa y un enérgico llamamiento a las
irrenunciables raíces cristianas de su cultura y su civilización”.
El Papa
recuerda la recomendación de san Benito a los monjes de su Regla: “Que nada se anteponga
a Cristo”. Un lema que el Pontífice asume al inicio de su Pontificado.
“Al
inicio de mi servicio como sucesor de Pedro pido a San Benito que nos ayude a afirmar
la centralidad de Cristo en nuestra existencia. Que siempre esté en nuestro pensamiento
y en cualquiera de nuestras actividades”.
Del modelo benedictino, de su
actualidad, el Papa habla al mundo de la cultura en el Colegio de los Benedictinos
de Paris, en septiembre de 2008. Las raíces de la cultura europea, subrayaba, profundizan
en el terreno fértil del monaquismo occidental. Buscando a Dios, los monjes fundaron
una nueva civilización.
“Quaerere Deum, buscar a Dios y dejar que él te encuentre:
era la reflexión del Papa que afirmaba que en la actualidad no era menos necesario
que en tiempos pasados". La búsqueda de Dios y la disponibilidad a escucharle sigue
siendo hoy el fundamento de una verdadera cultura. Y el 20 de septiembre de 2008 recibiendo
a los abades benedictinos de todo el mundo, el Santo Padre exhortaba a anunciar el
primado de Dios sin compromisos, especialmente en un mundo cada vez más desacralizado.
En
este mismo sentido y en otro contexto distinto, el de la audiencia general del 9 de
abril pasado, el Papa exhortaba a una Europa desorientada en busca de su propia identidad,
a contemplar a san Benito y sus enseñanzas.
"Para crear una unidad nueva
y duradera, son muy importantes los instrumentos políticos, económicos y jurídicos
pero es necesario también suscitar una renovación ética y espiritual extraída de las
raíces cristianas del continente, de otra forma no se puede reconstruir Europa. Buscando
el verdadero progreso, también hoy la regla de san Benito se presenta como un faro
en nuestro camino. El gran monje sigue siendo un verdadero maestro, en cuya escuela
podemos aprender el arte de vivir el humanismo verdadero”.