Regina Coeli: Acuciante llamamiento del Papa a los beligerantes en la guerra de Sri
Lanka para que faciliten la evacuación de miles de niños, mujeres y ancianos atrapados
entre los dos frentes
Domingo, 17 may (RV).- Dos días después de su regreso de la peregrinación a Tierra
Santa, Benedicto XVI en su alocución antes del rezo mariano del Regina Coeli ha agradecido
esta mañana al Señor el haber podido llevar a cabo “este viaje apostólico tan importante”.
El Papa, ante miles de fieles y peregrinos congregados en la plaza de san Pedro, ha
dado las gracias a todos los que han colaborado para que este acontecimiento se realizara
con éxito: al patriarca latino, a los pastores de la Iglesia en Jordania, Israel y
los Territorios palestinos; a los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa; a las
autoridades civiles de los tres países; a los organizadores y a las fuerzas del orden.
El Pontífice ha expresado asimismo con todo su corazón su agradecimiento a
los sacerdotes, religiosos y laicos y a cuantos le han acompañado, sostenido y acogido
con sus oraciones en esta peregrinación: “Esta peregrinación a los lugares santos
ha sido también una visita pastoral a los fieles que viven allí, un servicio a la
unidad de los cristianos, al diálogo con los hebreos y a la construcción de la paz
–ha dicho el Papa, especificando que- aquella tierra, símbolo del amor de Dios por
su pueblo y por toda la humanidad, es también símbolo de la libertad y de la paz que
Dios quiere para todos sus hijos”.
La historia de ayer y la de hoy, ha proseguido
el Santo Padre, muestra que precisamente “aquella Tierra se ha convertido también
en símbolo de lo contrario, es decir, de divisiones y de conflictos interminables
entre hermanos”. ¿Cómo es posible esto? se ha preguntado el Santo Padre, respondiendo
que precisamente este interrogativo “tiene que interpelar nuestro corazón, cuando
sabemos que un misterioso diseño de Dios concierne aquella Tierra, donde Dios ha mandado
a su Hijo como víctima de expiación para nuestros pecados”.
Y así, Tierra
Santa, ha explicado el Pontífice, se ha convertido en sí misma casi en metáfora de
la revelación: “Un quinto Evangelio, como alguien la ha llamado, que por su misma
historia puede ser considerada un microcosmos que resume en sí misma el fatigoso camino
de la humanidad hacia el Reino de justicia, de amor y de paz”.
Antes de
concluir el Regina Coeli, Benedicto XVI, dirigiendo su pensamiento a las martirizadas
tierras de Sri Lanka, ha hecho un llamamiento para asegurar su afecto y su cercanía
espiritual a todos las personas civiles que allí, en estos momentos se encuentran
sufriendo en la zona de los combates en el norte del país. “Se trata de miles de niños,
mujeres, ancianos a los que la guerra ha usurpado años de vida y de esperanza”. A
este respecto, Benedicto XVI ha dirigido una acuciante invitación a los beligerantes
para que faciliten la evacuación. Y con este objetivo, ha unido su voz a la del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas, que a penas hace unos días, ha pedido garantías
para su incolumidad y seguridad. “Pido además a las instituciones humanitarias, comprendidas
las católicas, –ha señalado el Pontífice- que hagan todo lo posible para resolver
las urgentes necesidades alimentarias y médicas de los prófugos”.
Después de
rezo mariano del Regina Coeli y tras haber indicado a los fieles que el próximo miércoles
durante la Audiencia General hablará más ampliamente de su peregrinación a Tierra
Santa, el Papa ha saludado a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro en distintas
lenguas. Éste ha sido su saludo en español: “Saludo cordialmente
a los grupos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular
a los fieles de las Parroquias de la Serranía, de Valencia. A la vez que evoco con
gratitud al Señor mi reciente peregrinación a Tierra Santa, os invito a continuar
celebrando con fervor estos días de alegría en honor de Cristo Resucitado, y que los
misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras
obras. Feliz Domingo”.