Sábado, 16 may (RV).- “Paz, mensaje, escucha, compromiso”. Éste es el titular del
Octava dies que esta semana nos propone el director general de Radio Vaticano, el
padre Federico Lombardi.
En este último viaje el Papa ha hablado mucho de
paz, como había prometido: treinta discursos, un solo mensaje, que repite sin descanso
este argumento único, con innumerables variaciones: paz entre israelíes y palestinos;
paz entre judíos, musulmanes y cristianos; paz en la Iglesia, entre las confesiones
y ritos; paz en la sociedad y en la familia; paz entre Dios, el hombre y las criaturas;
paz en los corazones, en Oriente Medio y en el mundo … paz, paz, paz.
Ha
hablado mucho, pero sobre todo, ha escuchado, Porque Benedicto XVI es un Papa que
escucha. ¡Cuántas personas le han hablado, cuántas cosas le han dicho, con cuánta
pasión, con cuánta diversidad de actitudes y perspectivas! ¡Qué difícil es hacer la
paz, sobre todo en el punto crucial de toda tensión: Jerusalén!
Por
lo que el Papa ha realizado un peregrinaje en los lugares, pero sobre todo, en los
corazones. Y no ha pasado sólo por los lugares más santos del cristianismo, sino también,
por los del judaísmo y el Islam: Yad Vashem, el Muro de las lamentaciones, y la Cúpula
de la Roca. Ha hecho suyos los sentimientos de todos los peregrinos de las tres religiones
para las cuales pide el acceso a los lugares santos. Un Papa cristiano, pero también,
un Papa de todos, por encima de las divisiones. Un ejemplo a seguir. Cuando Juan Pablo
II estuvo en Tierra Santa, el nuevo Muro no existía. También hasta ahí fue valerosamente
el nuevo Papa peregrino, para pedir a Dios y a los hombres que los muros de división
se derrumben, empezando por los que cierran y dividen los corazones. “¡No más derramamiento
de sangre! ¡No más conflicto! ¡No más terrorismo! ¡No más guerra!” Con este grito
finaliza el peregrinaje de la esperanza, en un momento crucial para el futuro de la
paz en Tierra Santa. El Papa ha hecho todo lo que podía y continuará a hacerlo. Qué
Dios acompañe ahora todos los esfuerzos de quienes trabajan por la paz, religiosos,
civiles, y políticos.