Mensajes de paz desde Nazaret: Salam, Shalom, Señor danos la paz, Dona nobis pacem
Jueves, 14 may (RV).- La tarde de este jueves ha estado marcada en Nazaret por la
petición de paz: “Salam”, “Shalom”, “Señor danos la paz”, “Dona nobis pacem”. Nuestra
enviada especial a Tierra Santa, María Fernanda Bernasconi, nos informa al respecto.
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la crónica
En las primeras horas de la tarde el Santo Padre mantuvo
un encuentro de carácter privado con el primer ministro de Israel, Sr. Benjamin Netanyahu
en el convento franciscano de Nazaret.
Encuentro personal del que el padre
Federico Lombardi explica que duró 15 minutos, durante los cuales se habló del proceso
de paz en Oriente Medio, también a la luz de los encuentros que han tenido lugar en
este período con otros representantes. Duró, en cambio, 20 minutos el encuentro con
las dos delegaciones. La Vaticana estaba compuesta por el cardenal secretario de Estado,
Tarcisio Bertone; por el sustituto, Mons. Fernando Filoni; por el nuncio apostólico
en Israel, Mons. Antonio Franco y por Mons. Walls, oficial de la Secretaría de Estado.
Mientras la delegación israelí estuvo compuesta por seis personas. En este encuentro
se afrontaron los temas tratados por la Comisión bilateral para la actuación del Acuerdo
fundamental entre la Santa Sede y el Estado de Israel.
Antes de celebrar las
vísperas con los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, movimientos eclesiales
y agentes de pastoral de Galilea en la Basílica superior de la Anunciación, Benedicto
XVI visitó la Gruta de la Anunciación, que se encuentra en la basílica inferior del
Santuario de Nazaret. Se trata del lugar que nos remite al hecho de que sin el consentimiento
de María, Dios no se habría hecho hombre. No se habría encarnado. Y nos recuerda que
la gracia no anula la libertad. Mientas en la medida en que el hombre colabora con
Dios, aunque parezca paradójico, más libre es.
Al dar la bienvenida al Obispo
de Roma aquí, en la gruta de la Anunciación, uno de los franciscanos de Tierra Santa,
hablando en italiano, recordó que desde este lugar en Nazaret, por primera vez comenzó
a proclamarse, a toda la humanidad, la Palabra de la salvación. El Papa donó una lámpara
para el sagrario.
En un clima cordial Benedicto XVI saludó esta tarde a los
líderes religiosos de Galilea en el Auditorio del Santuario de la Anunciación de Nazaret.
Llamándolos “queridos amigos”, como suele hacer en numerosas ocasiones, el Papa manifestó
su gratitud por las palabras de bienvenida del obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo, que
es el vicario del patriarca latino de Jerusalén para Israel. Y también agradeció la
calurosa acogida de los demás líderes de las diversas comunidades religiosas presentes,
entre los cuales a los cristianos, musulmanes, judíos y drusos.
Al final del
encuentro, uno de los rabinos, dirigiéndose a esta heterogénea asamblea –caracterizada
por el común denominador de anhelar intensamente la paz– puso de manifiesto que cada
uno, desde su propia tradición religiosa enseña la paz, pero careciendo de una oración
común. “Buscamos la paz –dijo– pero necesitamos rezar juntos, ya que judíos, cristianos,
musulmanes y drusos hablan de la paz”. Por esta razón, explicó que habían compuesto
una sencilla plegaria, en forma de canción. E invitándolos a cerrar los ojos dijo:
“Salam –es decir paz en árabe–, “Shalom” –paz en hebreo– y “Señor danos la paz” –en
inglés, además de en latín “Dona nobis pacem”–, dentro de la tradición católica.
Ante
nuestros ojos: todos los líderes religiosos tomados de la mano cantando esta oración,
con el Papa –vestido de blanco– en el centro de estos hombres de buena voluntad que
anhelan la paz.
Desde Tierra Santa, María Fernanda Bernasconi, Radio Vaticano.