2009-05-13 09:00:43

El Papa pide a los jóvenes palestinos en Belén que no recurran a la violencia o al terrorismo a pesar de la muerte y la destrucción de la que son testigos y que su experiencia sirva para construir la paz con determinación


Miércoles, 13 may (RV).- Benedicto XVI ha pedido a los jóvenes palestinos que resistan a cualquier tentación de recurrir a la violencia o al terrorismo, no guarden rencor, ni amargura a pesar de la muerte y la destrucción de la que son testigos y hagan todo lo posible para que todo lo que han experimentado renueve su determinación a construir la paz.

El Santo Padre ha llegado muy temprano el miércoles al Palacio presidencial de la Autoridad Palestina en Belén donde ha sido recibido por el presidente Mahmoud Abbas y las autoridades políticas, civiles y religiosas.

En su discurso el Papa ha explicado que su peregrinación a las tierras de la Biblia no habría sido completa sin una visita a Belén, “la ciudad de David y el lugar de nacimiento de Jesucristo”. Consciente del sufrimiento pasado y presente del pueblo palestino “a causa de las agitaciones que han afligido esta tierra durante décadas, el Pontífice se ha dirigido a todas las familias que se han quedado sin hogar. En este contexto el Santo Padre ha recordado la visita que hará por la tarde al campo de refugiados de Aida donde están acogido un millón 300 mil palestinos desplazados, para expresarles, ha dicho, “mi solidaridad con un pueblo que ha perdido tanto”.

Benedicto XVI ha tenido palabras de afecto con los que han perdido a sus familiares y seres queridos durante las hostilidades en el reciente conflicto de Gaza y les ha asegurado sus oraciones implorando una paz justa y duradera en los Territorios palestinos y en toda la región.

Dirigiéndose en concreto al presidente palestino, el Papa ha afirmado que “la Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a una soberana patria palestina en la tierra de vuestros antepasados, segura y en paz con sus vecinos, dentro de los confines internacionalmente reconocidos”. No obstante en la actualidad este objetivo parezca lejano, el Pontífice les ha pedido que no pierdan la esperanza de encontrar una solución para las “legítimas aspiraciones a la paz y la estabilidad tanto de los israelíes como de los palestinos”.

Retomando las palabras de Juan Pablo II: “no puede haber paz sin justicia, ni justicia sin perdón”, Benedicto XVI ha suplicado a todas las partes implicadas en este conflicto ancestral “que arrinconen cualquier rencor y diferencia que todavía se interponga en el camino de la reconciliación para llegar a todos con la misma generosidad y compasión, sin discriminación”. El Papa ha afirmado que la coexistencia justa y pacífica entre los pueblos de Oriente Medio sólo puede alcanzarse con un espíritu de cooperación y respeto mutuo, en el que los derechos y la dignidad de todos sean reconocidos y respetados.

El Santo Padre les ha querido transmitir su confianza en que puede alcanzarse una paz duradera en estas tierras con un dialogó honesto y perseverante y respetando plenamente las expectativas de justicia. Asimismo, Benedicto XVI ha expresado su esperanza de que se resuelvan los “graves problemas de seguridad en Israel y en los Territorios Palestinos”, de forma que se permita una mayor libertad de movimiento, “en especial con respecto a los contactos entre familiares y el acceso a los santos lugares”.

“Los palestinos, como cualquier otro pueblo –ha añadido el Santo Padre- tienen el derecho natural a casarse, a formar una familia y a tener acceso al trabajo, a la educación y la asistencia sanitaria”. El Papa se ha dirigido también a la comunidad internacional para que con su ayuda puedan reconstruirse rápidamente las casas, las escuelas y los hospitales que hayan sido destruidos recientemente durante el conflicto en Gaza.








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