2009-05-10 10:55:58

Regina Coeli: El Papa invoca la protección de la Virgen para todas las familias en Tierra Santa para que sean escuelas de oración y de amor


Domingo, 10 may (RV).- En su alocución previa al rezo mariano del Regina Coeli, Benedicto XVI ha evocado una vez más el carisma profético de las mujeres como portadoras de amor, maestras de misericordia y constructoras de paz. En este sentido el Papa ha invocado la materna protección de la Virgen María para “todas las familias de estas tierras, para que puedan ser escuelas de oración y escuelas de amor”.

Asimismo el Pontífice ha pedido a la Madre de la Iglesia que dirija su mirada misericordiosa sobre todos los cristianos de estas tierras, y que con la ayuda de su oración “puedan ser verdaderamente una sola cosa en la fe que profesan y en el testimonio que ofrecen”.

El Papa no ha querido olvidar a los jóvenes, que numerosos han acudido hoy al estadio internacional de Ammán para asistir a la Santa Misa presidida por Benedicto XVI. Una vez más el Papa ha pedido a la Virgen que conceda a todos los jóvenes la capacidad de discernir su propia vocación, “de modo que ellos puedan dedicarse generosamente a sí mismos a cumplir la voluntad del Señor”.



Discurso completo:

Queridos Amigos,

Durante la misa he hablado del carisma profético de las mujeres, como portadoras de amor, maestras de misericordia y constructoras de paz. El ejemplo supremo de las virtudes femeninas es la Bienaventurada Virgen María: la Madre de la Misericordia y Reina de la Paz. Mientras ahora nos dirigimos a ella, invocamos su materna intercesión para todas las familias de estas tierras, para que puedan ser escuelas de oración y escuelas de amor. Pidamos a la Madre de la Iglesia que dirija su mirada misericordiosa sobre todos los Cristianos de estas tierras; que con la ayuda de su oración puedan ser verdaderamente una sola cosa en la fe que profesan y en el testimonio que ofrecen. A Ella que respondió generosamente al anuncio del ángel y aceptó la llamada para convertirse en la Madre de Dios, pidamos que del valor y fortaleza a todos los jóvenes que hoy disciernen su propia vocación, de modo que ellos puedan dedicarse generosamente a sí mismos a cumplir la voluntad del Señor.

En este tiempo pascual es con el título de Regina Caeli que nosotros nos dirigimos a la Bienaventurada Virgen. Como fruto de la Redención conquistada por la muerte y resurrección de su Hijo, también Ella fue elevada a una gloria eterna y coronada como reina de los Cielos. Con gran confianza en la potencia de su intercesión, nos dirigimos a ella ahora con alegría en nuestros corazones y con amor por nuestra gloriosa siempre Virgen Madre, e invocamos sus oraciones.








All the contents on this site are copyrighted ©.