El Patriarca Latino de Jerusalén agradece a Dios el aumento de vocaciones a pesar
de la emigración de los cristianos
Domingo, 10 may (RV).- “Bienvenido Benedicto XVI al reino hachemí de Jordania en nombre
de todos los jordanos, musulmanes y cristianos”. En la celebración eucarística de
este domingo en Ammán, Mons. Fouad Twal, el Patriarca Latino de Jerusalén -que nació
en la ciudad jordana de Madaba- ha saludado al Santo Padre destacando la presencia
de los ordinarios católicos de Tierra Santa, cardenales, patriarcas, obispos y clero
de Oriente Medio y de otros lugares del mundo. “Llegados todos a esta celebración
para rezar con el Obispo de Roma y expresarle su devoción y su amor”.
Tras
hacer hincapié en los excepcionales lazos existentes entre Jordania y la Santa Sede
y destacando el importante impulso que brinda la Familiar Real jordana en su respeto
al Sucesor de Pedro, el Patriarca Latino de Jerusalén ha reiterado el anhelo de la
comunidad católica de acoger al Papa peregrino de la paz que llega para confirmar
a los hermanos en la fe.
Refiriéndose al tema de las vocaciones en Tierra Santa,
Mons. Fouad Twal, ha destacado “algunos problemas” que se presentan en la actualidad.
Y es que, por primera vez en la historia, el seminario mayor de Beit Jala está tan
lleno de seminaristas, que está siendo necesario ampliar el edificio. “Gracia y maravilloso
don de Dios, a pesar de la emigración de los cristianos en esta atormentada región”.
Por lo que el Patriarca Latino de Jerusalén ha pedido a Benedicto XVI que se una a
la acción de gracias de la Iglesia en Tierra Santa, en particular ante la inminente
apertura del Año Sacerdotal, el próximo 19 de junio.
En nombre de las familias
cristianas árabes, de las religiosas del Santo Rosario y de todo el Patriarcado Latino,
Mons. Twal ha agradecido también al Papa la próxima beatificación de la fundadora
de esta congregación, la hermana María Alfonsina.
Antes de concluir, el Patriarca
latino de Jerusalén ha recordado la presencia de los millones de refugiados y de trabajadores
asiáticos y extranjeros en general que han sido bien acogidos en Jordania. Mons. Twal
ha citado, en particular, a los numerosos iraquíes, más de un millón, refugiados en
el reino hachemí a raíz de la invasión estadounidense en Irak.