En el vuelo hacia Tierra Santa el Papa señala a la prensa que para lograr la paz es
importante la fuerza de la oración, la formación, y la razón
Viernes, 8 may (RV).- Al inicio del peregrinaje de Benedico XVI hacia Tierra Santa,
el Pontífice dialogó con los periodistas presentes en el vuelo papal. El director
de la Oficina de Prensa Vaticana, y de de esta emisora, el P. Federico Lombardi, fue
el encargado de exponer las preguntas formuladas por los periodistas.
P. Santidad,
este viaje se produce en un periodo muy delicado para Medio Oriente: existen fuertes
tensiones, incluso con la crisis de Gaza se había pensado incluso que podría renunciar
al peregrinaje. Al mismo tempo, pocos días después de su viaje los principales responsables
políticos de Israel y la Autoridad Palestina, recibirán al presidente Obama. ¿Usted
piensa que puede contribuir al proceso de paz que ahora parece estancado?
R.
- ¡Buenos días! Antes de nada, querría agradecer el trabajo que hacéis y desear un
buen viaje, un buen peregrinaje, y un buen regreso. En relación a la pregunta, evidentemente
intento contribuir a la paz no como individuo, sino en nombre de la Iglesia católica,
de la Santa Sede. Nosotros no somos un poder político, sino una forma espiritual y
esta forma espiritual es una realidad que puede contribuir a los progresos del proceso
de paz. Veo tres niveles: como creyentes, estamos convencidos de que la oración es
una verdadera fuerza, abre el mundo a Dios: estamos convencidos de que Dios escucha
y que puede actuar en la historia. Creo que si millones de personas, de creyentes,
rezan, es realmente una fuerza que influye y puede contribuir a caminar hacia delante
con la paz. El segundo punto, es que nosotros intentamos ayudar en la formación de
conciencias. La conciencia es la capacidad del hombre de percibir la verdad, pero
esta capacidad a menudo está obstaculizada por intereses particulares. Y liberar de
estos intereses, abrir a la verdad a los verdaderos valores, es un compromiso grande:
es un deber de la Iglesia ayudar a conocer los verdaderos criterios, los valores reales,
y liberarnos de intereses particulares. El tercer punto es la razón, porque precisamente
no somos una parte política, podemos de forma más fácil, a la luz de la fe, ver cuales
son los verdaderos criterios, ayudar en el entender cuánto contribuyen a la paz y
hablar a la razón, apoyar las posiciones realmente razonables. Y esto ya lo hemos
hecho y queremos hacerlo también ahora y en el futuro.
P. – Gracias Santidad.
La segunda pregunta. Usted, come teólogo, ha reflexionado en particular sobre la raíz
única que une a cristianos y judíos. ¿Cómo es posible que a pesar de los esfuerzos
de diálogo, se presenten a menudo ocasiones de malentendidos? ¿Cómo ve el futuro del
diálogo entre las dos comunidades?
R. – Es importante el hecho de que tengamos
una misma raíz, los propios libros del Antiguo Testamento son –tanto para los judíos
como para nosotros- Libro de la Revelación. Pero naturalmente tras dos mil años de
historias distintas, es más, de historias separadas, es normal que existan malentendidos,
porque se han formado tradiciones de interpretación, de lenguaje, de pensamiento,
muy diferentes, por decirlo de alguna forma, se ha creado un “cosmos semántico” muy
diferente, de modo que las mismas palabras en las dos partes significan cosas diferentes;
y con este uso de palabras que, en el curso de la historia han formado significados
diferentes, nacen obviamente malentendidos. Tenemos que hacer de todo para aprender
cada uno el lenguaje del otro, y me parece que estamos haciendo grandes progresos
al respecto. Hoy tenemos la posibilidad de que los jóvenes, los futuros profesores
de teología, puedan estudiar a Jerusalén en la Universidad judía, manteniendo contacto
con nosotros: de este modo se produce un encuentro de estos “cosmos semánticos” diferentes.
Aprendemos los unos de los otros y vamos adelante por el camino del verdadero diálogo,
aprendiendo, y estoy seguro y convencido de que haremos progresos. Y esto nos ayudará
también para la paz, es más, el amor recíproco.
P. Santidad
este viaje tiene dos dimensiones esenciales de diálogo interreligioso, con el Islam
y con el hebraísmo. ¿Son dos direcciones completamente separadas entre sí o habrá
también un mensaje común que tenga que ver con las tres religiones que se remiten
a Abrahám?
R. Claro que existe un mensaje común y habrá ocasión para darlo,
ya que no obstante la diversidad de los orígene,s tenemos raíces comunes porque, como
ya he dicho, el cristianismo nace del Antiguo Testamento y la escritura del Nuevo
Testamento sin el Antiguo no existiría, porque se refiere en permanencia a la Escritura,
es decir, al Antiguo Testamento. Pero también el Islam nació en un ambiente donde
estaban presentes tanto el hebraísmo como las diversas ramas del cristianismo, judeo-cristianismo,
cristianismo antioqueno bizantino, y todas estas circunstancias se reflejan en la
tradición coránica, de modo que tenemos tanto en común desde los orígenes y en la
fe en el único Dios, por eso es importante por una parte mantener los diálogos en
las dos partes – con los judíos y con el Islam – y por la otra también el diálogo
trilateral. Yo mismo he sido el cofundador de una fundación para el diálogo entre
las tres religiones donde la personalidad del metropolita Damaskinos y el Gran Rabino
de Francia René Samuel Sirat, etc., estaban juntos y esta fundación ha hecho también
una edición de los libros de las tres religiones. El Corán, el Nuevo Testamento y
el Antiguo Testamento. Por tanto el diálogo trilateral debe continuar, es muy importante
para la paz y también – digamos – para vivir bien la propia religión.
P.
Una última pregunta. Santidad, usted ha tratado con frecuencia el problema de la disminución
de los cristianos en Oriente Medio y también en particular en Tierra Santa. Es un
fenómeno con diversas razones de carácter político, económico y social. ¿Qué se puede
hacer concretamente para ayudar a la presencia cristiana en la región? ¿Que contribución
espera dar con su viaje? ¿Hay esperanzas para estos cristianos en el futuro? ¿Tendrá
un mensaje particular también para los cristianos de Gaza que vendrán a encontrarlo
en Belén?
R. Ciertamente hay esperanzas porque es un momento ahora, como
Usted ha dicho, difícil pero también es un momento de esperanza de un nuevo inicio,
de un nuevo impulso en el camino hacia la paz y queremos sobre todo animar a los cristianos
en Tierra Santa y en todo el Medio Oriente a permanecer, a dar su contribución en
sus países de origen: son un componente importante de la vida de estas regiones. En
concreto la Iglesia, además de palabras de aliento a la oración común, tiene sobre
todo escuelas y hospitales. En este sentido tenemos la presencia de realidades muy
concretas. Nuestras escuelas forman una generación que tendrá la posibilidad de estar
presente en la vida de hoy, en la vida pública. Estamos creando esta Universidad católica
en Jordania, y me parece ésta una gran prospectiva donde los jóvenes – ya sean musulmanes,
ya sean cristianos – se encuentren, aprendan juntos donde se forma una elite cristiana
que esté preparada para trabajar por la paz. Pero generalmente nuestras escuelas son
un momento muy importante para abrir un futuro a los cristianos y los hospitales muestran
nuestra presencia. Por otro lado hay muchas asociaciones cristianas que ayudan de
diversas maneras a los cristianos y con ayudas concretas animan a permanecer, así
espero que realmente los cristianos puedan encontrar el ánimo, la humildad, la paciencia
para estar en estos Países, de ofrecer su contribución para el futuro de estos Países.
El
padre Lombarda ha agradecido al Papa sus palabras que “nos han ayudado a ambientar
nuestro viaje desde un punto de vista espiritual, y desde un punto de vista cultural”,
y ha augurado “a todos los colegas que están en este vuelo para participar y ayudar
desde un punto de vista informativo, un buen resultado de esta misión suya tan comprometida.
Buen viaje a Usted y a todos sus colaboradores y buen trabajo”.