En su audiencia a la Guardia Suiza, Benedicto XVI subraya la universalidad de la Iglesia
católica por su capacidad de reunir a hombres y mujeres de distintas culturas en una
comunidad en la que se vive y se cree juntos
Jueves, 7 may (RV).- El Santo Padre ha recibido al final de esta mañana al nuevo comandante,
al capellán y a los miembros de la Guardia Suiza, acompañados de sus familiares, junto
con los nuevos alabarderos que juraron ayer. En su discurso, pronunciado en alemán,
francés e italiano, Benedicto XVI ha destacado las tres dimensiones, que se enlazan
entre sí, del lugar donde los miembros de la Guardia Suiza desarrollan su importante
servicio, en su tarea de proteger al Sucesor del Apóstol Pedro.
En la casa
del Papa, el Palacio Apostólico. En el Vaticano y en Roma, la Ciudad Eterna y ante
las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo, ha reiterado el Santo Padre, recordando
que donde vive el Pontífice, allí se encuentra el corazón de la Iglesia católica y
corazón y el centro del mundo entero: «En la Ciudad de Roma, en la que se encuentra
el centro de la Iglesia universal encontramos a cristianos de todo el orbe terrestre.
La Iglesia católica es internacional. Pero en su multiplicidad, ella es asimismo una
Iglesia única, que se expresa en la misma confesión de fe y está unida también muy
concretamente en sus lazos con Pedro y su Sucesor, el Papa. La Iglesia reúne a hombres
y mujeres de culturas muy diversas. Todos forman una comunidad en la cual se vive
y se cree juntos y, en las cosas esenciales de la vida, nos comprendemos mutuamente».
En
este contexto, Benedicto XVI ha hecho hincapié en el anhelo de brindar el testimonio
vivo de Cristo a toda la humanidad, para impulsar la paz en todo el mundo: «Ésta es
una experiencia muy importante, que aquí la Iglesia os quiere ofrecer a vosotros,
con el fin de que la hagáis vuestra y la comuniquéis a los demás. Es decir, la experiencia
que en la fe en Jesucristo y en su amor a los hombres, también mundos tan diversos
pueden llegar a ser una cosa sola, creando así puentes de paz y de solidaridad entre
los pueblos».