“Ser fieles a la Iglesia significa colocarse en la corriente de la gran Tradición
que, bajo la guía del Magisterio, ha reconocido los escritos canónicos como palabra
dirigida por Dios a su pueblo”. Lo dijo Benedicto XVI al recibir a los miembros de
la Pontificia Comisión Bíblica
Jueves, 23 abr (RV).- Al dar su cordial bienvenida a los miembros de la Pontificia
Comisión Bíblica, encabezados por su presidente, el cardenal William Joseph Levada
el Papa manifestó su satisfacción por este encuentro al término de su anual asamblea
plenaria y agradeció los saludos que cardenal presidente le había dirigido anteriormente
en nombre de todos los presentes.
Benedicto XVI destacó que este año se han
reunido nuevamente para profundizar un argumento muy importante como es la inspiración
y la verdad de la Biblia. Y explicó que se trata de un tema que se refiere no sólo
al creyente, sino a la misma Iglesia, puesto que la vida y la misión de la Iglesia
se fundan, necesariamente, en la Palabra de Dios, que es el alma de la teología y,
al mismo tiempo, inspiradora de toda la existencia cristiana.
El Papa añadió
que este tema que han afrontado le interesa de modo particular a él mismo, puesto
que la interpretación de la Sagrada Escritura es de importancia capital para la fe
cristiana y para la vida de la Iglesia. Y tal como lo había recordado el presidente
de esta Comisión pontificia, Benedicto XVI afirmó que en la encíclica Providentissimus
Deus del Papa León XIII se ofrece a los exegetas católicos nuevo impulso y nuevas
directrices en tema de inspiración, verdad y hermenéutica bíblica. Mientras más tarde,
el Papa Pío Pío XII, en su encíclica Divino afflante Spiritu recogía y completaba
la enseñanza precedente, exhortando a los exegetas católicos a llegar a soluciones
en pleno acuerdo con la doctrina de la Iglesia y teniendo en cuenta debidamente las
aportaciones positivas de las ciencias profanas.
Benedicto XVI también les
recordó que la tarea de los investigadores que estudian con diversos métodos la Sagrada
Escritura es la de contribuir, según los mencionados principios a la mayor inteligencia
y exposición del sentido de la Sagrada Escritura. Porque como dijo el Papa, el estudio
científico de los textos no es por sí solo suficiente. Y agregó que para respetar
la coherencia de la fe de la Iglesia, el exegeta católico debe estar atento a percibir
la Palabra de Dios en estos textos, dentro de la misma fe de la Iglesia. “Ser fieles
a la Iglesia –les dijo también el Santo Padre– significa, en efecto, colocarse en
la corriente de la gran Tradición que, bajo la guía del Magisterio, ha reconocido
los escritos canónicos como palabra dirigida por Dios a su pueblo y jamás ha dejado
de meditarlos y de descubrir sus inagotables riquezas.