Ángelus: El Papa recuerda que, junto al ayuno y a la misericordia, la oración es fundamental
en nuestra vida espiritual, por eso pide la oración para el éxito de sus viajes a
África y a Tierra Santa, solicitando la paz para Oriente Medio
Domingo, 8 mar (RV).- El Santo Padre Benedicto XVI, ha recordado hoy durante el rezo
mariano del Ángelus, el significado de la semana de Ejercicios espirituales que ayer
finalizó en el Vaticano, los inminentes viajes a África en marzo y Tierra Santa en
mayo, y la conmemoración del Día de la Mujer que cada 8 de marzo se celebra en todo
el mundo.
Ante los numerosos fieles congregados en la plaza de San Pedro del
Vaticano, el Pontífice ha reflexionado en primer lugar sobre el significado de la
oración, evocando los Ejercicios espirituales en los que “la mente y el corazón se
han dedicado completamente a Dios, a la escucha de su Palabra, y a la meditación de
los misterios de Cristo”, ha enumerado el Papa.
En este sentido Benedicto XVI
ha comparado esa semana de Ejercicios espirituales, con lo que les sucedió a los apóstoles
cuando Jesús les llevó consigo al monte, donde -mientras rezaban- se “transfiguró”.
“La Transfiguración de Jesús fue sustancialmente una experiencia de oración”, ha explicado
el Papa, señalando que de hecho, la oración “alcanza ahí su culmen, y por eso se transforma
en fuente de luz interior, cuando el espíritu del hombre se une al de Dios y a su
voluntad fundiéndose hasta formar un todo único”.
“Junto al ayuno y a las obras
de misericordia –ha reiterado Benedicto XVI- la oración forma la estructura fundamental
de nuestra vida espiritual”. Seguidamente el Papa ha exhortado a encontrar en este
tiempo de Cuaresma, “prolongados momentos de silencio, posiblemente de retiro, para
volver a ver la propia vida a la luz del diseño de amor del Padre celeste. Dejaos
guiar en este tiempo intenso de escucha a Dios y a la Virgen María, maestra y modelo
de oración. Ella, incluso en la oscuridad de la pasión de Cristo, no perdió el ánimo,
sino que custodió la luz del Hijo divino. Por este motivo invocamos a la Madre de
la confianza y de la esperanza”.
Tras el rezo mariano del Ángelus y el responso
por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha recordado que la fecha de hoy, 8 de marzo,
nos invita a reflexionar sobre las condiciones de las mujeres y a renovar el compromiso
para que siempre y en todo lugar, las mujeres vivan y manifiesten plenamente las propias
capacidades, obteniendo el pleno respeto por su dignidad.
En este sentido el
Papa ha señalado que estos principios fueron expresados en el Concilio Vaticano II,
y en el magisterio pontificio, en particular, en la Carta apostólica “Mulieris dignitatem”
del Siervo de Dios Juan Pablo II.
Benedicto XVI ha recordado después los testimonios
de las santas como Madre Teresa de Calcuta, “humilde hija albanesa, que se convirtió,
por la gracia de Dios, en ejemplo para todo el mundo por el ejercicio de su caridad
y por el servicio al ser humano”. “¡Cuántas mujeres trabajan cada día, sin que se
sepa, por el bien de la humanidad y por el Reino de Dios!”, ha exclamado el Pontífice
asegurando después su oración para todas las mujeres, para que “siempre sean respetadas
en su dignidad y valoradas en sus potencialidades positivas”.
Asimismo el Papa
ha pedido la oración en este tiempo de Cuaresma, para el buen éxito de sus próximos
viajes: a África del 17 al 23 de marzo, y a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo. En África
el Pontífice visitará Camerún y Angola, “para manifestar -como él mismo ha explicado-
su cercanía y la de la Iglesia a los cristianos y a las poblaciones de ese continente”.
En Tierra Santa, Benedicto XVI ha dicho que “pedirá al Señor, visitando los lugares
santificados por su pasaje terreno, el precioso don de la unidad y de la paz para
Oriente Medio y para toda la humanidad”. “Desde ahora –ha dicho el Papa- cuento con
el apoyo espiritual de todos vosotros, para que Dios me acompañe y colme con su gracia
a cuantos encuentre en mi camino”.
Después, el Santo Padre ha saludado en distintas
lenguas a los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro. Éstas han sido
sus palabras en español: Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de las parroquias
de Santa Elena, de Plasencia, Nuestra Señora de la Asunción, del Casar de Cáceres,
Cristo Rey, de Salamanca, Nuestra Señora del Carmen, de Oviedo, y Sagrado Corazón
de Jesús, de Ponferrada, así como a los estudiantes del Colegio Mayor San Pablo, de
Madrid. Queridos hermanos, prosigamos con determinación y perseverancia nuestro camino
de conversión cuaresmal, para que, con la luz de la palabra divina y la alegría de
sentirnos hijos amados de Dios, nos transformemos en verdadera imagen de Cristo. Feliz
domingo.