El viaje de Benedicto XVI a Camerún y Angola representa una gran oportunidad para
los dos países y para todo el continente africano
Viernes, 6 mar (RV).- El cardenal Francis Arinze, que este año tiene a su cargo las
meditaciones de los Ejercicios Espirituales del Papa y de sus colaboradores, de esta
primera semana de Cuaresma, antes de empezar este retiro – que, recordamos, termina
mañana - habló ante nuestros micrófonos sobre la importancia de este primer viaje
del Papa a África, no sólo para los dos países que visitará, sino para todo el continente.
Este
cardenal nigeriano, prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos, destaca que «hay una expectación muy positiva. Con
alegría y con la esperanza de encontrar al ‘Padre común’». Y ha puesto de relieve
la gran oportunidad que representa para ellos «estar ante el Vicario de Cristo en
la tierra. Ver al Papa que está cerca de ellos. Ser ‘el centro de la Iglesia’ durante
una semana»: «Es muy importante. Es una gran oportunidad para los pueblos de Camerún
y de Angola y, con ellos, para los representantes de otros países de África. Una gran
oportunidad para ellos, estar ante el Vicario de Cristo en la tierra. Ver al Papa
que está cerca de ellos. Ser ‘el centro de la Iglesia’ durante una semana. ‘Sentirse
Iglesia’. Ciertamente todos los bautizados somos la Iglesia de Cristo, con el Papa
y los obispos. Pero con su presencia, el Papa representa visiblemente lo que es ya
realidad para nuestra fe. Y también es una oportunidad para el Santo Padre y los colaboradores
que viajan con él, para ver de cerca algo de la realidad africana. Ciertamente una
visita del Papa es algo extraordinario. Por lo tanto, la asamblea dominical no será
exactamente lo que es cuando llegue el Papa. No se puede negar que también es una
oportunidad para el Santo Padre y sus colaboradores, podrán ver cómo los pueblos de
diversos países de África celebran, cantan, se desean la paz... Todo ello es positivo
para nuestra Iglesia que es, al mismo tiempo, universal y local. Hay una expectación
muy positiva. Con alegría y con la esperanza de encontrar al ‘Padre común’. Es importante.
Ciertamente el Papa no puede ir a todos los países de África. No conozco ningún país
que no quisiera recibir la visita del Santo Padre y nosotros rezamos para que también
después de esta visita haya otras posibilidades»
El cardenal Arinze nos habló
también sobre el importante papel de la Iglesia en favor de la reconciliación, la
justicia y la paz, que son un gran anhelo en África y en todo en todo el mundo. Y
sobre algunos pasos positivos en este sentido, haciendo hincapié en que «la Iglesia
no tiene una receta política o económica. Pero la Iglesia predica el Evangelio que
apela al corazón humano»: «Todos los países del mundo tienen necesidad de reconciliación,
justicia y paz. África no es una excepción. Y hay algo que procede en esta dirección
en varias partes de África. Si pensamos, por ejemplo, en Kenia. Donde había un gran
problema después de las elecciones, hace 15 meses. Donde se registró un gran esfuerzo
para impulsar la reconciliación, con la mediación también de otros líderes de África.
La justicia que marcha junto con la reconciliación es el camino que conduce a la paz.
La Iglesia puede y debe contribuir en todas estas direcciones. La Iglesia no tiene
una receta política o económica. Pero la Iglesia predica el Evangelio que apela al
corazón humano. Que significa amar a Dios y amar al prójimo. Respetar los derechos
de los demás. Si todos lo hacemos, las armas pueden caer de las manos de los beligerantes.
Las personas se pueden sentar alrededor de una mesa. La gente en la política o en
el gobierno puede ver mejor que debe estar al servicio del pueblo. Y también pueden
mejorar las relaciones internacionales. En todas estas direcciones, la Iglesia puede
ayudar para concienciar, animar y alentar».