Santa Sede/ONU: Mons. Tomasi transmite la “preocupación” del Vaticano por la situación
de los refugiados e insta a la comunidad internacional a desarrollar políticas de
asilo y solidaridad con los miles de desplazados que huyen en el mundo
Jueves, 5 mar (RV).- El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo
Mons. Silvano Tomasi, ha manifestado la “profunda preocupación” del Vaticano ante
las numerosas dificultades que afrontan los refugiados e instó a la comunidad internacional
a desarrollar políticas de asilo y solidaridad con los miles de desplazados que huyen
en el mundo. Durante la reunión celebrada en Ginebra por el Comité del Alto Comisionado
de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Mons. Silvano Tomasi denunció la muerte, durante
el año pasado, de más de mil 500 personas mientras intentaban entrar en territorio
europeo.
En este contexto el prelado insistió en la necesidad de que las políticas
nacionales e internacionales, así como las disposiciones legales tengan una base sólida
en materia de derechos humanos, donde el derecho a la vida ocupa el primer lugar.
Tras reconocer que cada país tiene el derecho a definir su propia política de inmigración,
el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU recordó que "las normas de protección
internacional de los refugiados deben ser respetadas".
El arzobispo añadió
que esta preocupante situación no es exclusiva ni se circunscribe únicamente a Europa
sino que se observan “tendencias similares en varios países desarrollados y en desarrollo
del mundo". Para Mons. Tomasi "la comunidad internacional no debe abandonar su compromiso
de recibir y proteger a personas perseguidas que huyen porque tienen temores fundados
y sus vidas están amenazadas”.
Además el observador de la Santa Sede ante la
ONU recordó que el creciente fenómeno de los menores no acompañados que solicitan
asilo es una llamada de atención “porque nos revela la desesperada situación de algunas
familias". Por esta razón Mons. Tomasi indicó que “corresponde a todos abordar las
causas profundas del desplazamiento forzoso” porque “una generosa respuesta humanitaria
tiene que ir acompañada de una política igualmente comprometida".