Pésame y cercanía del Papa a todos los obispos y fieles de Vietnam por la muerte del
cardenal Pham Dinh Tung, un «pastor que en circunstancias difíciles sirvió a la Iglesia
con gran valentía y generosa fidelidad a la Sede de Pedro»
Lunes, 23 feb (RV).- Al recibir la triste noticia de la muerte del cardenal Paul Joseph
Pham Dinh Tung, arzobispo emérito de Hanoi, Benedicto XVI ha enviado un telegrama
de profundo pésame al actual arzobispo de la capital vietnamita. Deseando expresar
su «ferviente unión en la oración a todos los obispos de Vietnam, a los fieles de
la archidiócesis de Hanoi y a los de todo el país, así como a los familiares del purpurado
fallecido y de todas las personas afectadas por este duelo», el Santo Padre pide a
«Dios Padre de toda misericordia, que acoja en su paz y en su luz a este eminente
Pastor, que en circunstancias difíciles sirvió a la Iglesia con gran valentía y generosa
fidelidad a la Sede de Pedro, entregándose sin desmayo al anuncio del Evangelio».
El
cardenal Paul Joseph Pham Dinh Tung, arzobispo emérito de Hanoi, en Vietnam, había
nacido en 1919. Fue ordenado sacerdote en 1949; en 1963 fue nombrado obispo de Bac
Ninh y, en 1994, arzobispo de Hanoi por Juan Pablo II, que el mismo año le creó cardenal,
con el título de Santa María Regina Pacis.
Fue presidente de la Conferencia
Episcopal de Vietnam y enviado especial del Siervo de Dios Juan Pablo II a las celebraciones
del II Centenario de las Apariciones de la Virgen María en La Vang, celebradas en
este santuario mariano vietnamita, en 1998.
El funeral por el cardenal Paul
Joseph Pham Dinh Tung, tendrá lugar en la catedral de la capital vietnamita, el próximo
jueves, 26 de febrero. Con su fallecimiento, el Colegio Cardenalicio cuenta ahora
con 187 purpurados, de los que 115 son electores.
Este purpurado vietnamita
- durante sus casi treinta años de episcopado en la diócesis de Bac Ninh, exceptuando
los últimos cuatro - fue obligado a ‘residencia forzosa’ y no pudiendo visitar sus
más de cien parroquias, se dedicó a escribir sobre la vida de Jesús narrada por los
Evangelios, la Doctrina cristiana, los Mandamientos de Dios y de la Iglesia y los
Sacramentos. Todo ello en forma de poesía y lengua ‘luc bat’, cuyos versos ritmados
ayudaban a aprender fácilmente, para que todos pudieran conocer a Cristo.
En
sus parroquias instituyó los ‘Consejos de laicos’ responsables de la vida religiosa
de la comunidad local. Otra importante iniciativa, que al igual que la anterior se
ha ido afianzando y fortaleciendo cada vez más, es la fundación de un Instituto secular
para chicos y chicas, con el fin de prepararlos para ser catequistas.