2009-02-23 17:31:39

El arzobispo de San Salvador espera que Mons. Romero sea canonizado pronto y aboga por el fin de la violencia en el país


Lunes, 23 feb (RV).- El nuevo arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, expresó su deseo de que el Vaticano santifique pronto a Óscar Arnulfo Romero, el arzobispo asesinado en 1980. En su primera conferencia de prensa, tras tomar el sábado posesión del cargo, dijo: "Yo soy de esos sacerdotes que esperamos que se canonice pronto". El arzobispo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un escuadrón armado, mientras oficiaba misa.

Mons. Escobar Alas, durante la homilía de su toma de posesión, recordó al arzobispo Romero como el "mártir quien tuvo la dicha de unir su sangre a la de Cristo en la celebración de la santísima eucaristía, sellando de esta manera el hermoso ejemplo de santidad de toda su vida". Agregó que tener un santo salvadoreño "sería la más grande dicha de la iglesia de este país y la más grande bendición que pudiésemos tener". Aclaró que el proceso de canonización incluye "un examen exhaustivo de la persona que se está canonizando con todas sus enseñanzas y todas sus obras, sus virtudes" por lo que es importante que la figura no sea utilizada para cuestiones políticas.

Mons. Romero continúa siendo un icono de la lucha social en El Salvador por su labor pastoral de denuncia de las atrocidades que la población civil vivió en los años previos al conflicto armado (1980-1992).

Mons. José Luis Escobar, abogó también por el fin de la violencia que vive este país centroamericano con un promedio diario de 12 homicidios. "Yo auguro que este país pase ya su noche de violencia, y podamos amanecer cada vez más pronto que tarde a un nuevo día de fraternidad", declaró Escobar, durante una rueda de prensa luego de oficiar la misa dominical en la catedral metropolitana. "Nuestro país sigue siendo famoso por la violencia, es uno de los países más violentos del mundo (...); claro que la Iglesia está empeñada, preocupada, porque disminuya este nivel de violencia en la sociedad nuestra", subrayó.

La violencia generada por delincuencia y pandillas, se incrementó en El Salvador finalizada la guerra civil de doce años en 1992, cuando los acuerdos de paz ordenaron la desmovilización de miles efectivos militares y guerrilleros. Al ambiente de inseguridad, se sumó el surgimiento de violentas pandillas.

Para el arzobispo, "ya pasó buen tiempo" desde el fin del conflicto armado en 1992, por lo que considera necesario que el país inicie "una vida distinta, más pacífica y más bondadosa".

Monseñor Escobar, quien asumió recientemente la titularidad del arzobispado, indicó que no es aumentando las cárceles o dictando "medidas más severas" como se va a solucionar el problema de la violencia. Según el arzobispo, el camino de la solución pasa por "favorecer" la economía y dictando leyes que "sean más justas". "No pienso que sea la solución el aumentar las cárceles o con medidas más severas", declaró el nuevo prelado católico, un día después que los reos del sistema carcelario público se rebelaran pacíficamente contra las autoridades y se ha pasado de 8 a 12 homicidios diarios.







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