2009-02-18 17:12:52

Audiencia general: Benedicto XVI pide oraciones para poder reencontrar '' nuestras raíces europeas cristianas y ser constructores de una Europa cristiana y profundamente humana”


Miércoles, 18 feb (RV).- Esta mañana Benedicto XVI ha presidido la Audiencia General de los miércoles en la plaza de san Pedro para los peregrinos presentes en Roma. Sonriendo, lo primero que ha dicho el Papa ha sido: "hace frío, pero por lo menos no llueve y no nieva y por ello debemos dar las gracias". Según los datos facilitados por la Prefectura de la Casa Pontificia han participado en la audiencia unos 15 mil quinientos fieles, procedentes de varios países del mundo. También ha estado presente un numerosísimo grupo de peregrinos de la Archidiócesis italiana de Brindisi-Ostuini (unas 4 mil personas), mientras otro gran grupo estaba formado por unos mil clérigos Regulares de San Pablo, conocidos también con el nombre de barnabitas.

Siguiendo su acostumbrada catequesis sobre los grandes escritores eclesiásticos de la Iglesia, hoy el Santo Padre ha hablado de San Beda el Venerable, monje benedictino del siglo séptimo, historiador y teólogo litúrgico de la Iglesia. Recordando las enseñanzas de San Beda, el Papa ha manifestado que hay que presentar el Evangelio de manera "atrayente" a los fieles y de exponer las verdades dogmáticas "ateniéndose a la sencillez católica". Benedicto XVI ha pedido a los obispos que prediquen "no sólo mediante la palabra, sino valorando también las imágenes, las procesiones y las peregrinaciones".

Al igual que San Beda, el Pontífice ha recomendado el uso de las lenguas vernáculas para presentar el Evangelio y ha animado a los jóvenes a llevar el Evangelio por el mundo mediante la misión, integrando el Evangelio "en el tejido social y en las instituciones culturales”. En otro momento de su alocución, el Santo Padre ha hecho hincapié en la colaboración entre el judaísmo y el cristianismo y ha pedido a los padres cristianos que formen cristianamente a sus hijos. "Recemos también hoy -ha terminado diciendo el Papa- para que volvamos a encontrar nuestras raíces cristiana y podamos así construir una Europa cristiana y profundamente humana".

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de san Pedro: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
San Beda el Venerable, uno de los eruditos más insignes de la alta Edad Media, nació hacia el año seiscientos setenta en la región inglesa de Northumbria. A los siete años, sus parientes lo confiaron al Abad de un monasterio benedictino cercano, para su educación. Tras una vida de estudio, escritura y docencia, murió en mayo del año setecientos treinta y cinco. A su reflexión teológica, basada en la Sagrada Escritura comentada a la luz de Cristo y de la Iglesia, unió el interés por la historia, componiendo varias obras en este campo que le merecieron el reconocimiento de padre de la historiografía inglesa. Cultivó también la teología litúrgica y son bien conocidos sus comentarios a los evangelios dominicales y festivos, con los que invita a los fieles a celebrar gozosamente los misterios de la fe y a ser coherentes con ellos en la propia vida. Con este modo de hacer teología, entrelazando Biblia, liturgia e historia, san Beda dejó un mensaje actual para los distintos miembros de la Iglesia y con su producción literaria contribuyó eficazmente a la construcción de una Europa cristiana.

 
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular los miembros de la Comisión Promotora del monumento en Sevilla al Papa Juan Pablo II y a los componentes de la Fundación “Padre Leonardo Castillo”, de esa misma ciudad, acompañados por el Señor Cardenal Carlos Amigo Vallejo; a los Seminaristas y fieles de la Diócesis de Cartagena, con su Obispo, Monseñor Juan Antonio Reig Plá, así como a los demás grupos venidos de España, Chile, México y otros países de Latinoamérica. Que la palabra y el ejemplo de san Beda el Venerable os ayuden en vuestra vida cristiana. Muchas gracias.

Como siempre el Papa ha saludado, al final de la audiencia a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Queridos jóvenes, preparaos para afrontar las importantes etapas de la vida con un compromiso espiritual, edificando todo proyecto sobre las sólidas bases de la fidelidad a Dios. Queridos enfermos, sed siempre conscientes que, ofreciendo vuestros sufrimientos al Padre celestial en unión con los de Cristo, contribuís a la construcción del Reino de Dios. Y vosotros, queridos recién casados, haced crecer cada día vuestra familia gracias a la escucha de Dios, para que permanezca sólido vuestro amor recíproco y se abra a la acogida de los más necesitados.








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