Iª Asamblea de las Conferencias de Superiores Mayores de África y de Madagascar: “Pasión
por Cristo, pasión por África”
Martes, 17 feb (RV).- La Confederación de las Conferencias de Superiores Mayores de
África y de Madagascar acaba de celebrar en Yaundé, Camerún, del 6 al 14 de febrero,
su primera Asamblea general ordinaria. El organismo, erigido en 2005 con un decreto
de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica, es el fruto del trabajo realizado por la Santa Sede durante 40 años con
los obispos africanos y religiosos de este continente.
Para esta ocasión
23 países de África han sido representados en Yaundé por los presidentes de las Conferencias
de superiores y superioras mayores de África o por sus delegados. En total 56 conferencias
de 36 países que representan 80 mil religiosos y religiosas. La Asamblea ha tenido
como tema: “Pasión por Cristo, pasión por África”. Y se ha desarrollado en el clima
de los preparativos de la ya inminente visita de Benedicto XVI y en el horizonte de
la Asamblea especial para África del Sínodo de los obispos, fijada para el mes de
octubre.
Estuvo presente en la inauguración de los trabajos el cardenal Franc
Rodé, prefecto del dicasterio de los religiosos. El presidente de la Conferencia de
Superiores mayores de África, el padre Thomas Mbale, de los misioneros oblatos de
María Inmaculada, presentó los objetivos de la Confederación. “Favorecer la comunión
entre los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica presentes
en África en la fidelidad de la Iglesia universal; estimular la reflexión y la acción
de las Conferencias nacionales de superiores mayores y desarrollar las relaciones
de colaboración.
Por su parte, el cardenal Rodé tuvo una conferencia sobre
la vida consagrada en el mundo y de manera particular en África y en Madagascar, recordando
las obras notables cumplidas por los religiosos en la educación de la juventud, en
el cuidado de los enfermos, en la acogida de los ancianos abandonados, en la promoción
de la dignidad de la persona, sin olvidar las inversiones en el desarrollo del territorio.
El purpurado también puso en evidencia el gran dinamismo que tiene la vida consagrada
en este continente, especialmente el crecimiento constante de las vocaciones.
El
cardenal Rodé exhortó a los religiosos y religiosas a vivir plenamente los consejos
evangélicos para “ser signos visibles” del Reino de Dios. E insistió sobre la formación
y sobre el necesario discernimiento de las numerosas vocaciones. El purpurado presidió
en la basílica de Nuestra Señora Reina de los Apóstoles de Yaundé la santa misa en
la que participaron 1.500 religiosos y religiosas de la archidiócesis.
El
9 de febrero encontrando a los miembros de la Confederación de las Conferencias de
Superiores Mayores de África y de Madagascar, el cardenal prefecto de la Congregación
tuvo otra conferencia de carácter esencialmente profético de la vida consagrada. El
purpurado ilustró el retrato de la vida cristiana que los religiosos están llamados
a realizar a través de la credibilidad y la coherencia de la vida, la capacidad de
testimoniar a Jesucristo, la gratuidad.
“La vida consagrada tiene una vocación
en África. De su buena salud espiritual, de su vitalidad apostólica, de su irradiación
contemplativa, -concluyó el cardenal Rodé- depende no sólo el presente, sino el futuro
de la Iglesia católica en África.