2009-02-17 15:00:01

Iª Asamblea de las Conferencias de Superiores Mayores de África y de Madagascar: “Pasión por Cristo, pasión por África”


Martes, 17 feb (RV).- La Confederación de las Conferencias de Superiores Mayores de África y de Madagascar acaba de celebrar en Yaundé, Camerún, del 6 al 14 de febrero, su primera Asamblea general ordinaria. El organismo, erigido en 2005 con un decreto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, es el fruto del trabajo realizado por la Santa Sede durante 40 años con los obispos africanos y religiosos de este continente.

 Para esta ocasión 23 países de África han sido representados en Yaundé por los presidentes de las Conferencias de superiores y superioras mayores de África o por sus delegados. En total 56 conferencias de 36 países que representan 80 mil religiosos y religiosas. La Asamblea ha tenido como tema: “Pasión por Cristo, pasión por África”. Y se ha desarrollado en el clima de los preparativos de la ya inminente visita de Benedicto XVI y en el horizonte de la Asamblea especial para África del Sínodo de los obispos, fijada para el mes de octubre.

 Estuvo presente en la inauguración de los trabajos el cardenal Franc Rodé, prefecto del dicasterio de los religiosos. El presidente de la Conferencia de Superiores mayores de África, el padre Thomas Mbale, de los misioneros oblatos de María Inmaculada, presentó los objetivos de la Confederación. “Favorecer la comunión entre los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica presentes en África en la fidelidad de la Iglesia universal; estimular la reflexión y la acción de las Conferencias nacionales de superiores mayores y desarrollar las relaciones de colaboración.

 Por su parte, el cardenal Rodé tuvo una conferencia sobre la vida consagrada en el mundo y de manera particular en África y en Madagascar, recordando las obras notables cumplidas por los religiosos en la educación de la juventud, en el cuidado de los enfermos, en la acogida de los ancianos abandonados, en la promoción de la dignidad de la persona, sin olvidar las inversiones en el desarrollo del territorio. El purpurado también puso en evidencia el gran dinamismo que tiene la vida consagrada en este continente, especialmente el crecimiento constante de las vocaciones.

 El cardenal Rodé exhortó a los religiosos y religiosas a vivir plenamente los consejos evangélicos para “ser signos visibles” del Reino de Dios. E insistió sobre la formación y sobre el necesario discernimiento de las numerosas vocaciones. El purpurado presidió en la basílica de Nuestra Señora Reina de los Apóstoles de Yaundé la santa misa en la que participaron 1.500 religiosos y religiosas de la archidiócesis.

 El 9 de febrero encontrando a los miembros de la Confederación de las Conferencias de Superiores Mayores de África y de Madagascar, el cardenal prefecto de la Congregación tuvo otra conferencia de carácter esencialmente profético de la vida consagrada. El purpurado ilustró el retrato de la vida cristiana que los religiosos están llamados a realizar a través de la credibilidad y la coherencia de la vida, la capacidad de testimoniar a Jesucristo, la gratuidad.

“La vida consagrada tiene una vocación en África. De su buena salud espiritual, de su vitalidad apostólica, de su irradiación contemplativa, -concluyó el cardenal Rodé- depende no sólo el presente, sino el futuro de la Iglesia católica en África.







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