Castelgandolfo: encuentro internacional de obispos amigos de los Focolares
Lunes, 16 feb (RV).- «Células vivas con Cristo presente: una respuesta al colapso
de la sociedad occidental». Es el comunicado final del encuentro internacional de
obispos amigos de los Focolares, celebrado la semana pasada en Castelgandolfo.
Exhortando
a «suscitar en cada ambiente, grupos de personas que dejen vivir a Cristo en medio
de ellos, para volverlo a traer a la sociedad», 75 obispos de 40 países participaron
en este encuentro. Cita - como recuerda el comunicado - que ha sido alentada por el
Papa y que el mismo Benedicto XVI calificó de «importante oportunidad para compartir
experiencias eclesiales de diversas regiones del mundo».
Precisamente dirigiéndose
a estos obispos, al finalizar su audiencia general del pasado miércoles, el Santo
Padre les deseó que «estos días de oración y de reflexión traigan abundantes frutos
para sus respectivas comunidades».
Este encuentro se abrió con un enfoque de
los desafíos que los obispos tienen que afrontar en la actualidad. En este contexto,
el cardenal Miloslav Vlk, arzobispo de Praga y coordinador de los trabajos, destacó
que «asistimos a un colapso de la sociedad occidental, que presenta tremendas consecuencias
para la vida de millones de personas, abarcando también dificultades para el Pueblo
de Dios. Asistimos a la que Juan Pablo II y otros han denominado como noche oscura
‘epocal’».
El cardenal arzobispo de Praga dijo que «esta situación global exige
una concentración sobre lo esencial, para lograr la presencia viva de Cristo en las
comunidades parroquiales, en las familias, en los grupos, en las escuelas y en los
parlamentos».
«Ante un individualismo exacerbado que, con el fenómeno de la
globalización, deja espacio sólo a relaciones superficiales, casuales o virtuales»,
la socióloga Vera Araujo señaló la necesidad de encontrar respuestas adecuadas y de
saber reaccionar de forma constructiva, impulsando el diálogo intercultural e interreligioso.
El
comunicado final del encuentro internacional de obispos amigos de los Focolares termina
destacando el importante testimonio ofrecido por un grupo de laicos – médicos, enfermeros
y empleados – que trabajan en un hospital universitario de Roma. «Experiencia de una
célula de vida cristiana en un contexto laico, que ha ofrecido» a estos obispos «un
modelo de relaciones capaces de incidir en el ambiente laboral de cada día».