La ONU decreta el 2009 como Año Internacional de las Fibras Naturales
Jueves, 29 ene (RV).- Cada año Naciones Unidas establece un día dedicado a un medio
natural, y este año, como medida para afrontar la crisis económica mundial, el organismo
de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la FAO ha propuesto que
este año 2009 esté dedicado a las fibras naturales, es decir, a los tejidos procedentes
de animales y vegetales que no dañan el medio ambiente, que tienen un coste más bajo
y que se pueden producir en todo el mundo.
Lanzando oficialmente el Año Internacional
de las Fibras Naturales (AINF) 2009, la FAO celebra las virtudes del algodón, el lino,
el sisal y el cáñamo, pero también de la lana, la alpaca, el pelo de camello y la
angora. Y, ¿por qué no?, también del tejido de Cachemira.
El AIFN sigue al
Año Internacional de la Patata, mientras que 2004 fue el Año Internacional del Arroz
y 2002 fue el de las Montañas. Todos estos eventos fueron coordinados por la FAO a
petición de la Asamblea General de la ONU para concienciar a la población y promover
la importancia de recursos naturales cercanos a los que a menudo no se presta atención
suficiente.
En la ceremonia de lanzamiento del Año Internacional de las Fibras
Naturales, el director General Adjunto de la FAO al frente del Departamento de Desarrollo
Económico y Social, afirmó que la producción de fibras animales y vegetales es un
sector agrícola de gran importancia, cuyo valor para los agricultores a nivel mundial
asciende a unos 40.000 millones de dólares al año.
De hecho, las fibras pueden
representar en algunos casos hasta el 50 por ciento de las exportaciones de un país
en desarrollo. "Los ingresos –señaló en una nota de prensa la FAO- y la seguridad
alimentaria de los agricultores y procesadores de estos países dependen de las ganancias
por las ventas y exportaciones de estas fibras naturales".
De todos los tejidos
que se quieren fomentar en este AINF, el algodón es el protagonista principal. Cada
año se cultivan unos 30 millones de toneladas de fibras naturales de plantas y animales
en todo el mundo, desde China (algodón, lana, cáñamo, sisal, ramio, seda, etc) hasta
los Andes (alpaca). De todos ellos, el cultivo principal es el algodón, con una producción
anual de unos 25 millones de toneladas, mientras que la de lana asciende a unos 2,2
millones de toneladas al año procedentes de casi 100 países, cerca de una cuarta parte
de Australia.
En términos de volumen, el yute, procedente del líber -película
entre la corteza y la madera del árbol- de la planta Corchorus, es el segundo mayor
cultivo de fibras del mundo (entre 2,3 y 2,8 millones de toneladas) pero en comparación
con la lana su valor es mucho menor. Los principales productores son India y Bangladesh.
El
sisal, el henequén y otras fibras duras similares se producen a partir de una hoja
del Agave, principalmente en África, América Latina y China. El bonote, la fibra procedente
de la cáscara del coco, se utiliza en tapicerías y colchones aunque está encontrando
nuevos usos en geotejidos y materiales compuestos.
Asimismo, el abacá, procedente
del pedúnculo de una planta muy cercana a la banana, se produce casi por completo
en Filipinas y Ecuador y, aunque tradicionalmente se ha utilizado para la fabricación
de cuerdas, actualmente se machaca en una pasta para elaborar diversos papeles especiales,
envoltorios de salchichas, bolsas de té, filtros de café y billetes de banco.
Aunque
en su día tuvieron una enorme importancia económica -el nacimiento de Inglaterra como
potencia mundial se basó en la lana y los tejidos, mientras que la seda desempeñó
durante siglos un papel fundamental en el comercio internacional-, las fibras naturales
se han visto sustituidas progresivamente por los materiales sintéticos.
El
principal objetivo del Año Internacional de las Fibras Naturales es resaltar la importancia
de estas fibras y destacar su valor para los consumidores, al tiempo que se ayuda
a mantener los ingresos de los agricultores. Por este motivo la celebración del AIFN
incluirá conferencias, exposiciones, y desfiles de moda en muchos países, incluyendo
una Cumbre Internacional del Mohair en Sudáfrica y un Festival de Fibras Creativas
en South Canterbury, Nueva Zelanda. La FAO necesita financiación para coordinar las
actividades y ayudar a las organizaciones asociadas en todo el mundo y está haciendo
un llamamiento a los países miembros y a las industrias naturales para que contribuyan
a la causa. El Año Internacional de la Patata fue posible gracias a las donaciones,
que alcanzaron la suma de 800.000 dólares.