2009-01-30 14:51:47

Inauguración del Año Judicial de la Rota Romana : Benedicto XVI llama a la atención de los jueces “el aumento exagerado de declaraciones de nulidad matrimonial” “bajo pretexto de inmadurez o debilidad psíquica”


Jueves, 29 ene (RV).- Benedicto XVI ha puesto en sobre aviso “la multiplicación exagerada” de declaraciones de nulidad matrimonial “bajo el pretexto de una inmadurez o debilidad psíquica del contrayente”, en su discurso en la Sala Clementina del Vaticano, con motivo de la inauguración del Año Judicial de la Rota Romana. El Papa afirma que “lo que está en juego es la misma verdad sobre el matrimonio”. El Pontífice aludiendo en su discurso a la alocución pronunciada hace más de veinte años por Juan Pablo II sobre la incapacidad psíquica en las causas de nulidad matrimonial, se ha preguntado “en qué medida estas intervenciones han tenido una recepción adecuada en los tribunales eclesiásticos.

El Santo Padre ha llamado “la atención de los agentes del derecho sobre la necesidad de tratar las causas con la debida profundidad requerida por el ministerio de verdad y de caridad que es propio de la Rota Romana. Y ha recordado algunos principios para discernir la validez del matrimonio sin confundir incapacidad y dificultad. El Papa ha subrayado que “es menester redescubrir en positivo la capacidad que en principio toda persona humana tiene a la hora de contraer matrimonio en virtud de su misma naturaleza de hombre o mujer”.

“Corremos, en efecto, el riesgo de caer en un pesimismo antropológico por el cual a la luz de la actual situación cultural, se considera casi imposible contraer matrimonio. No se pueden confundir la verdadera incapacidad consensual, con las dificultades reales que tienen muchas personas, especialmente los jóvenes, que llegan a pensar que la unión matrimonial es impensable e impracticable. Es más la reafirmación de la innata capacidad humana hacia el matrimonio es precisamente el punto de partida para ayudar a las parejas a descubrir la realidad natural del matrimonio y el relieve que tiene desde el plano de la salvación”.

Benedicto XVI, después de confirmar que “en definitiva está en juego la misma verdad sobre el matrimonio” cuya validez “no depende del sucesivo comportamiento de los cónyuges sino de la capacidad de contraer el vínculo matrimonial, ha manifestado: “Esta capacidad no se mide con relación a un determinado grado de realización existencial o efectiva de la unión conyugal mediante el cumplimiento de las obligaciones esenciales, sino en relación al querer eficaz de cada uno de los contrayentes que hace posible y operante tal realización ya desde el mismo momento del pacto nupcial”.

Diversamente, ha añadido Benedicto XVI en la óptica reduccionista que no conoce bien la verdad sobre el matrimonio, la realización efectiva de una verdadera comunión de vida y de amor, idealizada desde el punto de vista del bienestar puramente humano, se convierte esencialmente dependiente de factores accidentales y no del ejercicio de la libertad humana ayudada por la gracia.

“Obviamente, algunas corrientes antropológicas “humanísticas” orientadas a la autorrealización y a la auto trascendencia egocéntrica, idealizan de tal manera a la persona humana y al matrimonio que terminan por negar la capacidad psíquica de muchas personas, fundándola sobre elementos que no corresponden a las exigencias esenciales del vínculo conyugal”.

“Las causas de nulidad por incapacidad psíquica -ha concluido el Papa- exigen en línea de principio que el juez se sirva de la ayuda de los peritos para acertar la existencia de una verdadera incapacidad, que es siempre una excepción del principio natural de la capacidad necesaria para comprender, decidir y realizar la donación de sí mismo de la cual nace el vínculo conyugal”.







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