Inauguración del Año Judicial de la Rota Romana : Benedicto XVI llama a la atención
de los jueces “el aumento exagerado de declaraciones de nulidad matrimonial” “bajo
pretexto de inmadurez o debilidad psíquica”
Jueves, 29 ene (RV).- Benedicto XVI ha puesto en sobre aviso “la multiplicación exagerada”
de declaraciones de nulidad matrimonial “bajo el pretexto de una inmadurez o debilidad
psíquica del contrayente”, en su discurso en la Sala Clementina del Vaticano, con
motivo de la inauguración del Año Judicial de la Rota Romana. El Papa afirma que “lo
que está en juego es la misma verdad sobre el matrimonio”. El Pontífice aludiendo
en su discurso a la alocución pronunciada hace más de veinte años por Juan Pablo II
sobre la incapacidad psíquica en las causas de nulidad matrimonial, se ha preguntado
“en qué medida estas intervenciones han tenido una recepción adecuada en los tribunales
eclesiásticos.
El Santo Padre ha llamado “la atención de los agentes del derecho
sobre la necesidad de tratar las causas con la debida profundidad requerida por el
ministerio de verdad y de caridad que es propio de la Rota Romana. Y ha recordado
algunos principios para discernir la validez del matrimonio sin confundir incapacidad
y dificultad. El Papa ha subrayado que “es menester redescubrir en positivo la capacidad
que en principio toda persona humana tiene a la hora de contraer matrimonio en virtud
de su misma naturaleza de hombre o mujer”.
“Corremos, en efecto, el riesgo
de caer en un pesimismo antropológico por el cual a la luz de la actual situación
cultural, se considera casi imposible contraer matrimonio. No se pueden confundir
la verdadera incapacidad consensual, con las dificultades reales que tienen muchas
personas, especialmente los jóvenes, que llegan a pensar que la unión matrimonial
es impensable e impracticable. Es más la reafirmación de la innata capacidad humana
hacia el matrimonio es precisamente el punto de partida para ayudar a las parejas
a descubrir la realidad natural del matrimonio y el relieve que tiene desde el plano
de la salvación”.
Benedicto XVI, después de confirmar que “en definitiva está
en juego la misma verdad sobre el matrimonio” cuya validez “no depende del sucesivo
comportamiento de los cónyuges sino de la capacidad de contraer el vínculo matrimonial,
ha manifestado: “Esta capacidad no se mide con relación a un determinado grado de
realización existencial o efectiva de la unión conyugal mediante el cumplimiento de
las obligaciones esenciales, sino en relación al querer eficaz de cada uno de los
contrayentes que hace posible y operante tal realización ya desde el mismo momento
del pacto nupcial”.
Diversamente, ha añadido Benedicto XVI en la óptica reduccionista
que no conoce bien la verdad sobre el matrimonio, la realización efectiva de una verdadera
comunión de vida y de amor, idealizada desde el punto de vista del bienestar puramente
humano, se convierte esencialmente dependiente de factores accidentales y no del ejercicio
de la libertad humana ayudada por la gracia.
“Obviamente, algunas corrientes
antropológicas “humanísticas” orientadas a la autorrealización y a la auto trascendencia
egocéntrica, idealizan de tal manera a la persona humana y al matrimonio que terminan
por negar la capacidad psíquica de muchas personas, fundándola sobre elementos que
no corresponden a las exigencias esenciales del vínculo conyugal”.
“Las causas
de nulidad por incapacidad psíquica -ha concluido el Papa- exigen en línea de principio
que el juez se sirva de la ayuda de los peritos para acertar la existencia de una
verdadera incapacidad, que es siempre una excepción del principio natural de la capacidad
necesaria para comprender, decidir y realizar la donación de sí mismo de la cual nace
el vínculo conyugal”.