El Papa reitera en la audiencia a la Comisión mixta internacional para el diálogo
teológico, la urgente necesidad de esperanza que tiene nuestro mundo herido por divisiones
y conflictos, refiriéndose, en particular, a la situación en Oriente Medio
Viernes, 30 ene (RV).- También este viernes, Benedicto XVI ha reiterado la urgente
necesidad de esperanza que tiene nuestro mundo herido por las divisiones, refiriéndose
en particular a la situación en Oriente Medio. Recibiendo cordialmente a los participantes
en la VI Reunión de la Comisión mixta internacional para el Diálogo teológico entre
la Iglesia Católica y las Iglesias Orientales Ortodoxas, el Papa ha destacado que
«al final de esta semana de esmerados trabajos, que han venido realizando, podemos
dar gracias juntos al Señor por este firme compromiso en la búsqueda de la reconciliación
y de la comunión en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia».
«Todos nosotros
tenemos el deber de trabajar para manifestar al mundo la dimensión esencial de la
Iglesia ‘Cuerpo de Cristo, la Plenitud de lo que llena todo en todo’ (Ef 1,23”)»,
ha recordado Benedicto XVI, poniendo de relieve luego los importantes pasos que se
han dado en este encuentro dedicado al estudio de la Iglesia como comunión: «El hecho
de que el diálogo con las diversas Iglesias que representáis prosiga, año tras año,
es de por sí un signo de esperanza y de aliento. Basta dirigir nuestras mentes hacia
Oriente Medio – de donde provienen muchos de vosotros – para ver cuán urgentemente
se necesitan semillas de verdadera esperanza en un mundo herido por la tragedia de
la división, los conflictos y el inmenso sufrimiento humano».
Destacando las
riquezas de las tradiciones que aportan cada una de las Iglesias que integran esta
Comisión mixta internacional para el Diálogo teológico entre la Iglesia Católica y
las Iglesias Orientales Ortodoxas, el Santo Padre ha subrayado, una vez más, la importancia
de impulsar este compromiso y de superar las divisiones del pasado y de fortalecer
el testimonio unido de los cristianos, para afrontar los enormes desafíos que encuentran
los creyentes en la actualidad.