Audiencia general: el Papa condena de forma categórica las tesis negacionistas del
Holocausto y hace un llamamiento para que la tragedia de la Shoah no se olvide jamás
y sirva como "advertencia contra el olvido, la negación y el reduccionismo"
Miércoles, 28 ene (RV).- En el curso de la Audiencia General de los miércoles en el
Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa, tras hablar de la Shoah, de la que se celebró
ayer la Jornada Internacional de la memoria, ha explicado el significado de la revocación
de la excomunión a los 4 obispos de la Fraternidad de san Pío X, a los que ha exhortado
a ser fieles al Concilio Vaticano II. El Pontífice también ha felicitado al nuevo
Patriarca ortodoxo de Moscú y de todas las Rusias, Kirill. La parte catequética de
la audiencia la ha dedicado el Santo Padre a las cartas paulinas a Tito y Timoteo.
Benedicto
XVI en la Audiencia General de este miércoles celebrada en el Aula Pablo VI ha finalizado
su catequesis aludiendo a la homilía pronunciada al inicio del pontificado. En ella
afirmé que la tarea explícita del Pastor es “la llamada a la unidad”. Precisamente
en cumplimiento de este servicio a la unidad, que cualifica de manera específica el
ministerio del Sucesor de Pedro hace unos días “he decidido conceder la remisión de
la excomunión en la que habían incurrido los cuatro obispos ordenados en 1988 por
Mons. Lefebvre sin mandato pontificio”.
“He realizado este acto de paternal
misericordia porque en repetidas ocasiones estos prelados me manifestaron su vivo
sufrimiento por la situación en la que se encontraban. Deseo que a este gesto mío
siga el solicito compromiso por parte de ellos de realizar los ulteriores pasos necesarios
para alcanzar la unión plena con la Iglesia, testimoniando de esta manera la verdadera
fidelidad y el verdadero reconocimiento del magisterio y de la autoridad del Papa
y del Concilio Vaticano II”.
Seguidamente, el Pontífice aludiendo a estos días
en los que recordamos el Holocausto ha vuelto con su memoria a la visita que realizó
al principio de Pontificado al campo de exterminio de Auschwitz, uno de los lager
“en los que se consumó el genocidio de millones de hebreos víctimas inocentes de un
ciego odio racial y religioso”. Benedicto XVI a este propósito ha lanzado un vibrante
llamamiento para que la tragedia del holocausto no sea jamás olvidada.
“Mientras
renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros
hermanos destinatarios de la Primera Alianza, deseo que la memoria de la Shoah lleve
a la humanidad a reflexionar sobre la imprevisible potencia del mal cuando conquista
el corazón del hombre. Que la Shoah sea para todos, una admonición contra el olvido
el negacionismo o el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano
es una violencia contra todos. Ningún hombre es una isla, ha escrito un conocido poeta.
La Shoah enseña especialmente tanto a las viejas como a las nuevas generaciones que
solo el camino fatigoso de la escucha y del diálogo, del amor y del perdón, conduce
a los pueblos, a las culturas y a las religiones del mundo a la deseada meta de la
fraternidad y de la paz en la verdad. Que jamás la violencia humille la dignidad del
hombre.
También en la Audiencia el Papa ha manifestado su felicitación al
nuevo Patricara ortodoxo de Moscú y de todas las Rusias Kirrill al día siguiente de
su elección. El Santo Padre ha invocado sobre él la luz del Espíritu Santo, por su
generoso servicio a la Iglesia ortodoxa rusa confiándole a la especial protección
de la Madre de Dios”.
En lo que se refiere a la parte catequética de la Audiencia
General, Benedicto XVI ha hecho un apremiante llamamiento al respeto de las Sagradas
Escrituras y de la Tradición, al reflexionar hoy sobre las cartas de san Pablo a Timoteo
y Tito.
Al dar indicaciones a sus dos estrechos colaboradores, enviados por
el Apóstol a Macedonia y Dalmacia, en aquella época “nuevos contextos culturales donde
surgían doctrinas erróneas”, san Pablo -ha recordado el Papa- hace hincapié en la
necesidad custodiar y seguir con fidelidad la “lectura de las Escrituras inspiradas
por Dios y también en la necesidad de referirse siempre, al “buen depósito” transmitido
por las generaciones precedentes.
“Escritura y Tradición -ha dicho el Santo
Padre, citando al apóstol de los gentiles- son los sólidos fundamentos dispuestos
por Dios”, “criterios seguros y útiles para instruir”. En este contexto la Iglesia
naciente se enraíza en los principios de “verdad” y “universalidad".
Este ha
sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos
de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI:
Queridos
hermanos y hermanas: Hoy nos referimos a la visión teológica que nos presentan
las últimas cartas paulinas, llamadas Cartas pastorales porque están dirigidas a Timoteo
y Tito, dos Pastores de la Iglesia que habían sido estrechos colaboradores de san
Pablo. En ellas se refleja una situación en la que surgen algunas doctrinas erróneas
o incertidumbres sobre el valor de la Escritura. Ante ello, el autor de las Cartas
reafirma que la Escritura, inspirada por Dios, es útil para instruir en orden a la
salvación, y que se ha de custodiar y seguir fielmente, como criterio seguro, el depósito
transmitido por las generaciones precedentes. Al mismo tiempo, en estas comunidades
cristianas se reafirma su propio arraigo a los puntos esenciales de la fe, sinónimo
de “verdad”, de la cual la Iglesia es columna y base, a la vez que siguen siendo comunidades
abiertas a lo universal, que oran para que todos los hombres lleguen al conocimiento
de la verdad. En estas Cartas pastorales se perfila un modo de ser de la Iglesia que
estaba naciendo, con el surgir de la figura del Obispo como persona individual y el
ambiente familiar que reina entre todos sus miembros.
Saludo
con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la
Hermandad del Rocío, de Bruselas, así como a los demás grupos venidos de España, México,
Chile y otros países latinoamericanos. Invito a todos a renovar cada día el espíritu
de ser miembros gozosos de la “familia de Dios” en la Iglesia. Muchas gracias.
Como
siempre el Papa, antes de finalizar la audiencia, ha saludado a los jóvenes a los
enfermos y a los recién casados. Celebramos hoy la memoria litúrgica de santo Tomás
de Aquino, patrono de las escuelas católicas. Que su ejemplo os empuje a vosotros,
queridos jóvenes, especialmente a vosotros estudiantes de la Asociación Erasmus, a
seguir a Jesús como auténtico maestro de vida y santidad. Que la intercesión de este
santo doctor de la Iglesia os obtenga a vosotros, queridos enfermos, la serenidad
y la paz que brotan del misterio de la Cruz, y para vosotros, queridos recién casados,
la sabiduría del corazón para que cumpláis generosamente vuestra misión.