El Papa recibe a una delegación ecuménica finlandesa y recuerda la naturaleza de la
Iglesia, signo e instrumento de la salvación que mana de Jesucristo y no simple asamblea
de creyentes o institución con varias funciones
Lunes, 19 ene (RV).- Alentando a «dar gracias juntos a Dios por todos los logros alcanzados
hasta el momento en las relaciones entre católicos y luteranos», Benedicto XVI ha
recibido, esta mañana, a la delegación ecuménica finlandesa que ha peregrinado a Roma,
también este año, con ocasión de la fiesta de san Enrique, patrono de Finlandia.
Con su cordial bienvenida a estos amigos, el Papa ha destacado la importancia
de estas peregrinaciones y la coincidencia de esta tradición con el octavario de oración
por la unidad: «Estas peregrinaciones son ocasión para compartir la oración, la
reflexión y el diálogo al servicio de nuestro compromiso de impulsar la comunión plena.
Vuestra visita se desarrolla durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos,
cuyo tema este año está tomado del Libro de Ezequiel: ‘Que sean una cosa sola en tu
mano’ (Ez 37, 15-23. La visión del profeta es la de los dos trozos de madera, que
simbolizan los dos reinos en los que el pueblo de Dios se había dividido y que se
unen volviendo a ser uno. En este contexto de ecumenismo, ello nos habla de Dios,
que constantemente nos llama a una mayor unidad en Cristo, renovándonos y liberándonos
de nuestras divisiones».
Tras hacer hincapié también en el importante trabajo
que está desarrollando la Comisión para el diálogo entre luteranos y católicos, en
Finlandia y Suecia, profundizando en la Declaración común sobre la Justificación,
Benedicto XVI ha recordado que este año celebramos el décimo aniversario de este significativo
documento, cuyas implicaciones y posibilidad de recepción se están estudiando actualmente.
«Teniendo en cuenta, cada vez más, la naturaleza de la Iglesia, como signo e instrumento
de la salvación que mana de Jesucristo y no como simple y mera asamblea de creyentes
o como institución con varias funciones».
Y recordando que esta delegación
ecuménica finlandesa cumple su peregrinación también en el Año Jubilar - que celebra
los dos mil años del nacimiento del Apóstol de las Naciones, que entregó infatigablemente
su vida y enseñanzas a la unidad de la Iglesia - el Papa ha reiterado que «un consenso
en lo que respecta a la profundidad Cristológica y las implicaciones ‘pneumatológicas’
del misterio de la Iglesia mostraría una base más prometedora para el trabajo de esta
misma Comisión».
De Pablo también aprendemos – ha señalado Benedicto
XVI - que «la unidad que anhelamos no es nada menos que la manifestación de nuestra
incorporación plena en el Cuerpo de Cristo», pues como escribe el Apóstol en su carta
a los gálatas, «en efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo...
ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús’ (Gal 3,27-28): «Con este fin, queridos
amigos, mi ferviente esperanza es que vuestra visita a Roma fortalezca aún más las
relaciones ecuménicas entre luteranos y católicos en Finlandia, tan positivas durante
tantos años. Juntos, demos gracias a Dios por todo lo que se ha alcanzado hasta ahora
en las relaciones entre católicos y luteranos y recemos para que el Espíritu de la
verdad guíe nuestra búsqueda de mayor unidad al servicio del Evangelio».