Tema de la CEE para la Jornada Mundial de las Migraciones: “Ante la crisis, comunidades
fraternas”
Viernes, 16 ene (RV).- En su mensaje para la Jornada Mundial de las Migraciones en
2009, este domingo, 18 de enero, el Santo Padre nos invita a acercarnos a la persona
de san Pablo, cuyo nacimiento hace 2.000 años celebramos, a participar de sus mismos
sentimientos y actitudes y a seguir su ejemplo en su relación con las personas más
diversas, a las que dedicó su ministerio apostólico y por las que entregó su vida.
Ante la crisis, comunidades fraternas es el lema que han escogido para esta Jornada
los obispos de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. Quieren
con ello, siguiendo la línea del Mensaje del Papa y a imitación de san Pablo, renovar
y reforzar nuestro servicio de Iglesia en la atención a nuestros hermanos inmigrantes,
refugiados y víctimas de cualquier forma de abuso o explotación.
España cuenta
hoy con más de cinco millones de extranjeros, en su mayoría inmigrantes, procedentes
de más de cien países distintos, pertenecientes a muy diversas religiones, culturas,
razas, clases sociales, con una crisis económica de dimensiones y de duración imprevisibles,
con un paro creciente, cuyas primeras víctimas suelen ser los trabajadores en situación
más precaria, muchos de ellos sin la red de su familia y de su pueblo.
“Nuestro
servicio -dicen los obispos españoles en una nota- comienza en los países de origen
de los inmigrantes llevándoles o haciéndoles llevar ayudas más generosas, que remedien
sus males endémicos de hambre, enfermedad, incultura”. Pero más importante y eficaz
aún que la ayuda o el envío de recursos materiales, es la ayuda humana, es decir,
personas que dediquen su vida o parte de ella a servirles, al estilo de san Pablo,
que se hizo todo para todos para salvar a algunos. En esta línea está el servicio
de los cooperantes, de los voluntarios y sobre todo de los misioneros.
La
Comisión episcopal pide también que se ayude con más generosidad ahora a muchos inmigrantes
y a sus familias que, ahora, en momento de crisis, de paro y de recesión, no pueden
ser abandonarlos a su suerte. En este sentido Los obispos españoles alaban las iniciativas
de muchas instituciones y organizaciones de la Iglesia, como las diócesis, con sus
servicios a la pastoral con los inmigrantes y les animan a seguir en este noble y
generoso empeño.
El Santo Padre nos recuerda en su Mensaje para esta Jornada
que “cuanto más unida a Cristo está la comunidad, tanto más solícita se muestra con
el prójimo”. Quiere decir con ello -explican los obispos españoles- que la fuerza
y el impulso que nos llevan a amar y servir a nuestros hermanos, nacen, como en san
Pablo, de la unión e identificación con Cristo, que nos comunica su amor, por el cual
nos sentimos impulsados a amar a los hermanos con el mismo amor con que somos amados.