Ángelus: El Papa se une a los Patriarcas y Líderes de las iglesias cristianas de Jerusalén
que hoy rezan por el final del conflicto en la franja de Gaza, y recuerda que la guerra
y el odio no son la solución a los problemas
Domingo, 4 ene (RV).- “Las dramáticas noticias que llegan de Gaza muestran cómo rechazar
el diálogo lleva a situaciones que afectan de manera indecible a las poblaciones,
una vez más víctimas del odio y de la guerra. La guerra y el odio no son la solución
de los problemas. Lo confirma también la historia más reciente”. Recemos, pues, para
que “el Niño Jesús en el pesebre inspire a las autoridades y a los responsables de
los dos frentes, israelí y palestino, a una acción inmediata para poner fin a la actual
trágica situación”.
Con este llamamiento, el Santo Padre Benedicto XVI ha
expresado una vez más su deseo de paz para Tierra Santa, invitando -en su alocución
tras el rezo mariano del Ángelus-, al diálogo y al fin del conflicto sobre todo en
la franja de Gaza.“Los Patriarcas y los Líderes de las Iglesias cristianas
de Jerusalén, en todas las Iglesias de Tierra Santa, invitan hoy a los fieles a rezar
por el fin del conflicto en la franja de Gaza e imploran justicia y paz para su tierra.
Me uno a ellos y pido también a vosotros hacer lo mismo, recordando, como ellos dicen,
a las víctimas, a los heridos, a cuantos tienen roto el corazón, y a quienen viven
en la angustia y en el temor, para que Dios les bendiga con el consuelo, la paciencia
y la paz que provienen de Él”. Así finaliza este enésimo llamamiento de Benedicto
XVI en favor de la paz para estos pueblos que viven, por desgracia, tanto tiempo en
continuo conflicto, en la misma tierra que vivió Nuestro Señor Jesucristo durante
su vida terrena.
El Santo Padre en su alocución previa a la plegaria mariana,
ha reflexionado sobre las palabras que el Evangelio de hoy nos propone del Prólogo
de san Juan. Tras los días de agitación por las compras de regalos, por medio de este
apóstol y evangelista, la Iglesia nos invita de nuevo a contemplar el misterio de
la Navidad de Cristo, para acoger todavía más el significado profundo y la importancia
para nuestra vida.
“En principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba
junto a Dios, y la Palabra era Dios”; Ésta es la novedad inaudita y humanamente inconcebible:
“Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros”.
No es una figura retórica,
¡es una experiencia vivida! Ha sido Juan quién la ha referido, un testigo ocular,
un humilde pescador que, desde joven atraído por Jesús de Nazaret, experimentó con
los otros apóstoles el amor, hasta autodefinirse “el discípulo que Jesús quería”.
Le vio morir en la cruz aparecerse resucitado, y recibir junto a los demás su Espíritu.
De toda esta experiencia, meditada en el corazón, Juan sacó una íntima certeza: Jesús
es la Sabiduría de Dios encarnada, es su Palabra eterna hecha carne mortal.
Todo
hombre y toda mujer tienen necesidad de encontrar un sentido profundo para su propia
existencia. Y por ello no bastan los libros, ni tampoco las Sagradas Escrituras. El
Niño de Belén nos revela y nos comunica el verdadero “rostro” de Dios bueno y fiel,
que nos ama y no nos abandona ni siquiera en la muerte. La primera en abrir el corazón
y contemplar “la Palabra que se hizo carne” ha sido María, la Madre de Jesús. Una
humilde muchacha de Galilea, y de esta manera se ha convertido en ¡“asiento de la
Sabiduría”!
Como el apóstol Juan, cada uno de nosotros, ha finalizado diciendo
el Papa, está invitado a “acogerla consigo”, para conocer profundamente a Jesús y
experimentar el amor fiel e inagotable. “Éste es mi deseo para cada uno de vosotros,
queridos hermanos y hermanos, al comienzo del año”, ha finalizado el Papa.
Tras
el rezo del Ángelus y del responso por los fieles difuntos el Santo Padre en italiano
ha saludado a los participantes en el Congreso internacional sobre “sistema preventivo
de Don Bosco y derechos humanos”, organizado por los salesianos. También se ha dirigido
de manera particular a los numerosos seminaristas, procedentes de diversos Países
para un encuentro formativo del Movimiento de los Focolares.
Y en español
ésta ha sido la exhortación del Santo Padre para los peregrinos de nuestra lengua
presentes en la Plaza de san Pedro: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española. Queridos hermanos: como un eco de la fiesta de
Navidad contemplamos hoy de nuevo a Jesucristo, el Verbo de Dios que se ha hecho carne
y vino a habitar entre nosotros. Pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros,
para que acogiendo con fe la Palabra de Dios en nuestro corazón lleguemos a vivir
plenamente como verdaderos hijos de Dios ¡Feliz domingo!”.