El Papa recibe a los miembros de la Oficina del Trabajo de la Sede Apostólica y define
a la comunidad de trabajo de las oficinas y organismos de la Santa Sede, como una
familia singular unida por la misión de ayudar al Sucesor de Pedro en su ministerio
al servicio de la Iglesia universal
Viernes, 19 dic (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los miembros de la
Oficina del Trabajo de la Sede Apostólica, que dentro de pocos días celebra el vigésimo
aniversario de su institución por parte de Juan Pablo II. En el Motu propio institucional
de la Oficina del Trabajo, conocida con las siglas de ULSA, Juan Pablo II formulaba
su deseo de que “sea honorada la dignidad de cada colaborador; sean reconocidos, tutelados
y promovidos los derechos sociales y económicos de cada miembro; se cumplan cada vez
más fielmente los respectivos deberes, se estimule un vivo sentido de la responsabilidad;
se ofrezca siempre un mejor servicio”.
En su discurso a los miembros del ULSA
Benedicto XVI ha querido subrayar cómo la comunidad de trabajo formada por todos los
que trabajan en las distintas oficinas y organismos de la Santa Sede, forma una familia
singular, cuyos miembros están unidos por vínculos funcionales pero también por una
misma misión, que es la de ayudar al Sucesor de Pedro en su ministerio al servicio
de la Iglesia universal.
“La actividad profesional desarrollada constituye,
por lo tanto, una vocación que cultivar con atención y espíritu evangélico, viendo
en ella un camino concreto hacia la santidad”.
Aprovechando la cercanía de
la Navidad el Pontífice ha recordado la crisis laboral que preocupa a toda la humanidad
y ha exhortado a quienes tienen la posibilidad de trabajar que estén agradecidos al
Señor y abran generosamente el ánimo a quien, por el contrario, padece dificultades
económicas y laborales.
Por último, retomando su mensaje para la próxima Jornada
Mundial de la Paz, del uno de enero, el Papa recuerda que “la lucha a la pobreza
necesita de hombres y mujeres que vivan en profundidad la fraternidad y sean capaces
de acompañar a personas, familias y comunidades en recorridos de auténtico desarrollo
humano”.