2008-11-07 16:16:08

Comunicado final del I Forum católico-musulmán


Viernes, 7 nov (RV).- El I Forum católico-musulmán, iniciativa del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y representantes de los 138 líderes musulmanes que escribieron una carta abierta al Papa, concluyó ayer en Vaticano con el apremiante discurso del Santo Padre para que las religiones sean responsables artífices de la paz en el mundo. En el comunicado final, hecho público en la tarde de ayer ambas partes se declaran "satisfechas" del trabajo realizado" y los representantes de ambas religiones muestran su común apoyo a la dignidad y los derechos de la persona.

El comunicado recoge en 15 apartados varias afirmaciones comunes en cuanto al respeto debido a la persona, independientemente de sus creencias. También afirma el respeto a los derechos de las minorías y de la libertad de conciencia. Está previsto que el foro vuelva a reunirse dentro de dos años en un país de mayoría musulmana, aunque sin especificar en cuál.

En el primer punto, el comunicado muestra como la concepción de un Dios fuente de amor es compartida por ambas religiones. “Para los cristianos, la fuente y el ejemplo del amor de Dios y del prójimo es el amor de Dios por su Padre, por la humanidad y por cada persona”. “Dios es amor”. “El amor de Dios es puesto en el corazón del hombre por el Espíritu Santo”. “El amor es el fundamento y la suma de todos los mandamientos” y “el amor de Dios es inseparable del amor al prójimo”. Mientras que para los musulmanes, el amor es un "fuerza eterna y trascendente, que dirige y transforma el respeto humano mutuo", y este amor emana de Dios.

Como consecuencia de ello, ambas religiones proclaman que “la vida humana es el don más precioso de Dios a cada persona" y que por tanto la vida humana debe ser "preservada y honrada en todas sus etapas". “Sobre la sólida base de estos principios -se escribe en el texto- la persona, al ser creada por Dios, exige el respeto de su dignidad originaria y de su vocación humana. Por tanto tiene el derecho al pleno reconocimiento de su propia identidad y de la propia libertad de individuo, comunidad y gobierno.

Cristianos y musulmanes insisten en que es necesario reconocer la igual dignidad a hombres y mujeres. “El amor auténtico del prójimo implica “el derecho de conciencia de individuos y comunidades para practicar su religión en privado y en público", así como el respeto a las minorías religiosas". En cuanto creyentes, católicos y musulmanes, “son conscientes del imperativo a testimoniar la dimensión trascendente de la vida a través de la espiritualidad alimentada por la oración”.

El comunicado señala también que "ninguna religión ni sus seguidores deberían ser excluidos de la sociedad. Cada uno debería ser capaz de dar su contribución indispensable al bien de sociedad, sobre todo en el servicio al más necesitado". Reconocen que “la pluralidad de culturas, civilizaciones, lenguas y pueblos es fuente de riqueza y no debería ser causa de tensión o de conflicto”.

Ambas religiones están convencidas del deber de ofrecer a sus propios fieles una sana educación en los valores humanos y religiosos promoviendo una atenta información sobre los puntos centrales de la religión del otro. Y concluyen que tanto católicos como musulmanes “están llamados a ser instrumentos de amor y armonía entre creyentes, y para la humanidad, renunciando a cualquier tipo de opresión, violencia agresiva y terrorismo, sobre todo cuando se cometen en nombre de la religión, y manteniendo el principio de justicia para todos".

Ambas partes exhortan a los creyentes “a que operen en un sistema financiero ético, en el que los mecanismos normativos tomen en consideración la situación de los pobres y de las naciones endeudadas. Y exhortan también “a los privilegiados del mundo a que consideren la crisis de la producción, que afecta la distribución alimentaria, pidiendo a todos los creyentes, a que cooperen para aliviar el sufrimiento del hambre” en el mundo.







All the contents on this site are copyrighted ©.