Martes, 14 oct (RV).- Este próximo domingo, Benedicto XVI viaja en peregrinación al
santuario mariano de Pompeya para encomendar a la intercesión de la Madre del Señor
y Madre nuestra las reflexiones y conclusiones del sínodo de los obispos, que el Papa
inauguró el pasado 5 de octubre y que se clausurará el domingo 26 de este mismo mes.
El Santo Padre rogará también a los pies de la Virgen por la unidad de las familias,
la fidelidad de los cónyuges y la educación de los hijos en la fe.
Según el
programa oficial hecho público ayer por la tarde, Benedicto XVI viajará en helicóptero
desde el Vaticano, de cuyo helipuerto despegará, para llegar en torno a las diez de
la mañana en las inmediaciones del Santuario de Pompeya, donde media hora más tarde
presidirá la concelebración eucarística y pronunciará la homilía. La Santa Misa concluirá
con la Súplica a Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, con la oferta de “la Rosa
de oro” a la Virgen y con el rezo de la oración mariana del Ángelus.
Tras el
almuerzo con los obispos de la región italiana de la Campania, Benedicto XVI presidirá
a las 5 de la tarde la oración del Santo Rosario. La plegaria irá acompañada con una
meditación. A las 6 de la tarde está previsto que el Pontífice tome de nuevo el helicóptero
para regresar tras una hora de viaje al Vaticano.
“El Santo Padre - se lee
en una carta escrita por el arzobispo prelado de Pompeya, Mos. Carlo Liberati - confiará
a la intercesión de María las reflexiones del Sínodo de los Obispos “asimismo encomendará
a los obispos de toda la Iglesia las familias de todo el mundo y pedirá a la Nuestra
Señora del Rosario, junto con la Iglesia que está en Pompeya y con millones y millones
de fieles que rezan el Santo Rosario, la unidad de todas las familias del mundo”.