Sínodo: el arzobispo de Bosnia Herzegovina subraya la importancia de los laicos en
la formación bíblica y la necesidad de profundizar en la catequesis dentro de la familia,
especialmente en los países que salieron recientemente del régimen socialista
Sábado, 11 oct (RV).- En el marco de este Sínodo de Obispos, ayer, en la octava congregación
se pudo escuchar la ponencia del Cardenal Vinko Puljic, Arzobispo de Bosnia Herzegovina
quien puso de relieve la importancia de los laicos en la formación bíblica y la necesidad
de profundizar en la catequesis dentro de la familia, especialmente en los países
que salieron recientemente del régimen socialista. Por su parte, Monseñor Emmanuel
Fèlèmou, de Kankan, en Guinea subrayó que la eficacia de la Palabra revelada en Jesucristo
estriba en la potencia divina que libera a los pueblos de sus imperfecciones en el
conocimiento de Dios, de su miedo y sus errores, de sus incertidumbres y vacilaciones.
En este sentido aseguró que las clases africanas perciben el amor de Dios como cumplimiento
de sus esperanzas.
Su beatitud Fouad Twal, Patriarca de Jerusalén de los latinos
habló sobre el conflicto entre israelíes y palestinos y como éste comporta dificultades
de lectura y comprensión de algunos pasajes de la Biblia. Efectivamente, en general,
los cristianos árabes a menudo tienen dificultades para leer el Antiguo Testamento,
no por la Palabra de Dios en sí misma, sino a causa de las interpretaciones políticas
e ideológicas. No obstante señaló que el principio de interpretación es la Iglesia,
pues cualquier interpretación fuera de la Iglesia es una interpretación peligrosa.
Igualmente, el patriarca de Jerusalén aprovecho la ocasión para reiterar su llamamiento
en favor de Tierra Santa y pedir más solidaridad y más peregrinaciones para ayudarnos
a ser testigos de Cristo.
El acceso a la Biblia centró la intervención del
arzobispo Jesús Pérez Rodríguez, de Sucre, en Bolivia quien reconoció que la Iglesia
Boliviana se ve imposibilitada para hacer llegar a todos el texto bíblico para ello
y pidió a las iglesias con mayores recursos económicos ayudar a la adquisición de
la Sagrada Escritura a los que tienen menos posibilidades. Así mismo, propuso la celebración
de una Jornada Mundial de la Biblia.