Despidiéndose de Castelgandolfo el Papa invita a invocar en todo momento la ayuda
de los ángeles, enviados de Dios, amigos verdaderos como muestran también los santos
Lunes, 29 sep (RV).- El Papa se ha despedido este medio día de las comunidades religiosas
y civiles de Castelgandolfo y ha recordado que hoy la liturgia nos invita a hacer
memoria de los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Cada uno de ellos «- como
leemos en la Biblia – ha tenido una peculiar misión en la historia de la salvación»,
ha destacado Benedicto XVI, invitando a invocar en todo momento la ayuda de los ángeles,
‘enviados de Dios’, amigos verdaderos como muestran también los santos.
«Queridos
hermanos y hermanas –ha instado el Pontífice- invoquemos con confianza su ayuda, así
como la protección de los Ángeles custodios, cuya fiesta celebraremos dentro de unos
días, el 2 de octubre. La invisible presencia de estos Espíritus bienaventurados es
para nosotros gran ayuda y consuelo: ellos caminan a nuestro lado y nos protegen en
toda circunstancia, nos defienden de los peligros y a ellos podemos recurrir en cada
momento. Muchos santos mantenían con los Ángeles una relación de verdadera amistad
y son numerosos los episodios que testimonian su asistencia en particulares ocasiones.
Los Ángeles son enviados de Dios, como ‘servidores, con la misión de asistir a los
que han de heredar la salvación’, como recuerda la Carta a los Hebreos y, por lo tanto
son para nosotros auxilio válido en la peregrinación terrenal hacia la patria celestial».
Como
es tradicional -antes de su regreso al Vaticano, previsto para mañana- y terminando
ya su estancia de verano, el Santo Padre ha renovado su profunda gratitud por el apoyo
material y espiritual que, como cada año, ha recibido, junto con sus colaboradores,
en esta localidad.
Benedicto XVI ha extendido su agradecimiento a toda la
población de Castelgandolfo, también por la apreciada acogida que los lugareños dedican
a los numerosos peregrinos que acuden a visitar al Papa. En particular, los domingos
para la cita del Ángelus.
Agradeciendo al Obispo y a todas las comunidades
religiosas; al alcalde y funcionarios civiles, a los miembros del Gobernatorato vaticano,
a los de las fuerzas del orden italianas, de la gendarmería vaticana y de la Guardia
Suiza, es decir – como ha dicho Benedicto XVI - a toda «la gran familia, que se forma
alrededor del Papa en Castelgandolfo», el Pontífice se ha dirigido asimismo a los
que componen el cuerpo de la aeronáutica militar italiana, encargado de sus traslados
en avión y en helicóptero: «Gracias, una vez más, a todos. También por vuestra presencia
en este encuentro. Gracias a aquellos que se han hecho intérpretes de vuestros sentimientos.
Os encomiendo a la maternal protección de María, Reina de los Ángeles, y de corazón
os imparto la Bendición Apostólica, que extiendo a vuestras familias y vuestros seres
queridos».