Jornada mundial del turismo: llamamiento del Papa para un turismo responsable, no
consumista y que respete al hombre y el ambiente
Sábado, 27 sep (RV).- El Papa ha invitado a un turismo responsable que deseche el
consumismo y el uso indiscriminado de los bienes de la Tierra, dando espacio a la
solidaridad hacia los más pobres. La exhortación de Benedicto XVI ha tenido lugar
este medio día durante un encuentro en Castelgandolfo en ocasión de la Jornada mundial
del turismo, que hoy se celebra y que se desarrolla sobre el cambio climático. El
Santo Padre ha recibido al cardenal Renato Martino y al arzobispo Agostino Marchetto,
presidente y secretario respectivamente del Pontificio Consejo para la pastoral de
los migrantes e itinerantes, y algunos representantes del Centro Turístico Juvenil
y de la Oficina Internacional del Turismo social.
En su discurso de saludo
al Papa, el cardenal Martino ha recordado que “el turismo es uno de los factores que
contribuyen al calentamiento del globo, por la contaminación provocada por los medios
de transporte y las estructuras de acogida y por el uso descontrolado de los recursos
naturales, con la explotación también del hombre”. El purpurado ha invitado a los
más de 900 millones de turistas del mundo a combatir la dimensión egoísta del turismo
por medio de la percepción del “sentido del límite” y optando por una “austeridad
alegre”. Benedicto XVI, por su parte, ha hablado “de valoración responsable de los
recursos de la creación, inmenso don de Dios a la humanidad”:
“La humanidad
tiene la obligación de proteger este tesoro y de comprometerse contra el uso indiscriminado
de los bienes de la Tierra. Sin un adecuado límite ético y moral, el comportamiento
humano puede transformarse, en efecto, en amenaza y desafío. La experiencia nos enseña
que la gestión responsable de la creación forma parte, o así debería ser, de una economía
sana y sostenible del turismo. Por el contrario, el uso impropio de la naturaleza
y el abuso ocasionado a la cultura de las poblaciones locales perjudica también al
turismo. Aprender a respetar el ambiente enseña también a respetar a los demás y a
sí mismos”.
“El degrado ambiental – ha proseguido el Papa – solamente puede
frenarse difundiendo una adecuada cultura de comportamiento, que comprenda estilos
de vida más sobrios”. Además, la Iglesia sostiene el denominado turismo social. “que
promueve la participación de los estratos más débiles y puede, de esta manera, ser
un válido instrumento de lucha contra la pobreza y tantas fragilidades, proporcionando
empleo, custodiando los recursos y promoviendo la igualdad”: “Este turismo representa
un motivo de esperanza en un mundo en el que se han acentuado las distancias entre
quien lo tiene todo y aquellos que padecen hambre, carestías y sequías. Deseo que
la reflexión ocasionada por esta Jornada Mundial del Turismo - gracias al tema propuesto
- pueda influenciar positivamente el estilo de vida de tantos turistas. De manera
que cada uno aporte su propia contribución al bienestar de todos, que al final resulta
ser en definitiva aquel de todos”.
Benedicto XVI al final se dirige a los jóvenes:
“Compete también a las nuevas generaciones promover un turismo sano y solidario, que
deseche el consumismo y el abuso de los recursos de la Tierra, para dejar espacio
a gestos de solidaridad y de amistad, de conocimiento y de comprensión. De esta manera,
el turismo puede convertirse en un instrumento privilegiado de educación para la pacífica
convivencia”.