Editorial Octava Dies: “Urgencias de la economía global”
Sábado, 27 sep (RV).- Los compromisos económicos asumidos de forma intempestiva para
salvar el sistema financiero americano y de repercusión internacional, son impresionantes
en sus dimensiones. Interviniendo en las Naciones Unidas en el debate de verificación
sobre la actuación de la Declaración del Milenio contra la pobreza, el hambre, la
ignorancia y las enfermedades, el representante vaticano, Mons. Migliore, ha observado
que el esfuerzo para salvar de la crisis las economías más desarrolladas es muy superior
a la ayuda total internacional mundial.
Sin quitarle nada a la urgencia para
superar esta crisis, nos interpelamos de manera inmediata: ¿Entonces, no se puede
y no se debe hacer más para salvar las economías y promover el desarrollo de los países
más pobres? Ni se puede olvidar que los recursos necesarios para aliviar a los más
pobres son más bien pequeños, comparándolos con los gastos militares mundiales o con
los gastos de los pueblos ricos, para satisfacer necesidades que no son primarias.
Estas
reflexiones pueden parecer obvias e incluso ingenuas, pero en realidad son esenciales
desde una perspectiva lejana de los mismos intereses generales de la humanidad, que
mire hacia un desarrollo pacífico y equilibrado y ventajoso para todos. El Papa ha
terminado su llamamiento sobre esta cuestión en el Ángelus del domingo 21 de septiembre,
recordando que: “Este compromiso, a pesar de exigir -en estos momentos de dificultad
económica mundial- particulares sacrificios, dará importantes beneficios, tanto para
el desarrollo de las Naciones que tienen necesidad de ayuda por parte del extranjero,
como para la paz y el bienestar de todo el planeta”.