Audiencia General: El Papa subraya que el Cristianismo, “no nace de un mito o una
idea, sino del encuentro con Cristo resucitado y vivo en la vida de la Iglesia”
Miércoles, 24 sep (RV).- Benedicto XVI ha sido recibido con gran entusiasmo y júbilo
en la plaza de san Pedro, donde ha tenido lugar por primera vez la habitual Audiencia
General, tras la suspensión estiva de inicio de julio, tras los encuentros de agosto
en Castelgandolfo y las audiencias de las últimas semanas en el Aula Pablo VI, a causa
del calor. Esta mañana, con un clima más templado, los fieles en la plaza han doblado
su presencia: al menos 15 mil personas han visto y han escuchado las palabras del
Papa.
Benedicto XVI ha vuelto a hablar, en su catequesis, de san Pablo. En
el marco de las celebraciones del bimilenario del Apóstol, el Pontífice ha reflexionado
hoy sobre las relaciones de Pablo con los otros apóstoles. Relaciones, ha señalado
el Papa, que siempre estuvieron marcadas por un profundo respeto y al mismo tiempo
por aquella franqueza que al Apóstol de los gentiles le derivaba de la defensa de
la verdad del Evangelio.
“San Pablo -ha afirmado el Papa- refiere con fidelidad
todas las informaciones recibidas de los Apóstoles y en sus Cartas son importantes
sobre todo los pasos relativos a la Eucaristía y a la Resurrección”. “Predicamos el
mismo Evangelio” afirma san Pablo, cuya misión fue evangelizar a los paganos. Antes
de evangelizar, encontró al Señor, fulgurado en el camino de Damasco, y luego lo frecuentó
en la Iglesia, observando la vida de los Doce y de todos aquellos que lo siguieron
por los caminos de Galilea.
“No conoció a Cristo, pero hizo que Pedro, Santiago,
y Juan “las tres columnas de la Iglesia” le contarán de Él, ha dicho el Santo Padre.
De perseguidor de los cristianos, Pablo se convierte en un ardiente evangelizador
de aquella fe en el Mesías crucificado que había conturbado su existencia en el camino
de Damasco.
El cristianismo, “nuestra fe, -ha dicho el Papa- no nace de un
mito, sino del encuentro con la persona de Jesús de Nazaret, Cristo resucitado”. “Después
de la Resurrección -ha explicado Benedicto XVI- cambia nuestro modo de relacionarnos
con Jesús de Nazaret, cuánto más intentamos buscar las huellas de Jesús por el camino
de Galilea, más podemos entender que Él se ha hecho cargo de nuestra humanidad”.
Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español
para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro:
Queridos
hermanos y hermanas: San Pablo, aunque fue contemporáneo de Jesús, no lo
conoció durante su ministerio público. Por eso sintió la necesidad de consultar a
los primeros discípulos, elegidos por el Maestro para llevar el Evangelio hasta los
confines del mundo. El mismo Pablo habla de su encuentro con Santiago, Juan y, sobre
todo con Pedro, para que le informaran sobre la vida terrena del Resucitado (cf. Ga
1,19), que a él lo había “atrapado” en el camino de Damasco. Así, su tarea como Apóstol
de los gentiles se confirmaba y garantizaba por los que, antes de él, habían seguido
a Jesús por los caminos de Galilea. Del contenido de estas informaciones destacan
las palabras en la Última Cena, con la institución de la Eucaristía, que iluminan
el misterio de la cruz, que de maldición se convierte en bendición y en sacrificio
de salvación “por todos”, en el que la Iglesia se edifica y reconoce como “Cuerpo
de Cristo”. También adquiere un especial sentido la resurrección del Señor, que no
sólo “fue” resucitado, sino que sigue viviendo en la Eucaristía y en la Iglesia. Así,
pues, nuestra fe no nace de un mito o una idea, sino del encuentro con Cristo resucitado
y vivo en la vida de la Iglesia.
Saludo a los peregrinos
y visitantes de España y Latinoamérica, en particular a los sacerdotes de San Juan
de Puerto Rico, con el Cardenal Luís Aponte y el Arzobispo Metropolitano Roberto González,
así como a los alumnos del Colegio Sacerdotal Argentino, en Roma, a los venidos de
Paraná, con su Arzobispo, Mons. Mario Mauleón y a los demás grupos de Puerto Rico,
México, Panamá, El Salvador, Venezuela, Argentina y otros Países latinoamericanos.
Muchas gracias por vuestra visita.
Saludando a los fieles de la República
Checa, el Santo Padre ha recordado que este domingo la Iglesia celebrará en este país
la solemnidad de san Wenceslao, patrono de la nación. Benedicto XVI ha invitado a
los católicos checos a custodiar su herencia espiritual, transmitiéndola intacta a
las nuevas generaciones.
Saludando a los fieles portugueses, el Papa ha exhortado
a “los cristianos a mostrar a todos que la felicidad en esta tierra es amar a Jesucristo”.
Finalmente, el Santo Padre ha dirigido un saludo en italiano a un grupo de jóvenes
de de la Asociación Rondine-Citadella de la paz, de Arezzo, entre ellos algunos jóvenes
provenientes del Cáucaso, deseando que se afirme “una justa cultura de la convivencia
pacífica entre los pueblos y la promoción del entendimiento y de la reconciliación”.