Sábado, 20 sep (RV).- «Esperanza desde Francia». Es el título del editorial semanal
–– que presenta el Padre Federico Lombardi:
El viaje del Papa a Francia ha
estado bendecido, ciertamente, por los resultados ampliamente positivos, como reconoce
la mayoría de los observadores. Pero, al tiempo que era previsible que la etapa de
Lourdes se desarrollara en un clima sereno de intensa espiritualidad, no se daba por
descontado que la etapa parisina estuviera acompañada por tanta respetuosa atención,
por parte de la sociedad francesa. Y que la Iglesia local lograra dar una demostración
de tanta vitalidad y amplia participación. Así ha sido. No es motivo de triunfalismos,
sino de confianza y esperanza.
El Papa ha propuesto con su habitual lucidez
y coherencia, en dos grandes discurso, su visión de la relación entre laicidad y fe.
«Una auténtica laicidad no significa prescindir de la dimensión espiritual sino reconocer
que ésta es garante de la libertad y de la autonomía terrena». Y en lo que respecta
a la relación entre cultura y fe: «la búsqueda de Dios, ponerse en camino hacia Dios,
es - hoy como ayer - la vía maestra y el fundamento de toda verdadera cultura». Poder
pronunciar estas afirmaciones hoy - en lugares altamente representativos de la vida
política y cultural europea - encontrando atención y aprecio, en lugar de oposición
prejudicial, alienta a pensar que, también en una situación histórica cambiada - la
fe cristiana y la Iglesia católica están llamadas a dar su contribución preciosísima
– digamos también necesaria – para la construcción de la civilización del nuevo milenio.
La Iglesia en Francia – en particular, los jóvenes que han acogido al Papa con tanto
entusiasmo – se preparan para ello. Es alentador también para tantos otros países».