Escuchar el programa Jueves, 18 sep
(RV).- Un cordial saludo a todo los oyentes de Radio Vaticano. Hoy hablaremos del
silencio en la familia, particularmente entre los esposos, un silencio que puede ser
producto de la rutina, pero también del rechazo, de problemas como la confianza, el
respeto, la valoración del uno por el otro, el desinterés y obviamente el desamor.
La mayoría de las parejas sostienen que después de la pasión de los primeros tiempos,
lo que más influye en la unión o separación matrimonial es la presencia o ausencia
de comunicación. Bienvenidos a estas reflexiones en familia.
Desde parejas
recién casadas hasta aquellas con treinta años de matrimonio, todas sostienen que
la comunicación es un factor de fundamental importancia. Cuando por algún motivo,
los canales del diálogo se obstruyen, se interrumpen o simplemente no funcionan bien,
entonces empiezan los problemas.
Generalmente son las mujeres, las que se
lamentan por la carencia de comunicación sea verbal o física, pues en mayor medida
ellas sienten que sus maridos no les cuentan sus actividades, sus problemas y no les
dan a conocer sus pensamientos ni les expresan ningún tipo de sentimientos. De manera
particular, las mujeres son las que más se sienten ignoradas en la relación de pareja,
pues no se sienten escuchadas ni tomadas en cuenta y cuando ellas toman la iniciativa
para comunicarse con el cónyuge, éste no responde. Otras en cambio, protestan porque
son tomadas en cuenta sólo para las funciones del hogar y la crianza de los niños,
nada más. Este es un lamento que se repite constantemente y que lleva a las mujeres
a sentirse "solas en pareja".
Mientras que las mujeres necesitan al llegar
al hogar contar qué les pasó durante el día y escuchar además lo que sus esposos tengan
para decirles, el hombre prefiere dormir, mirar un partido de fútbol o ponerse a escuchar
música. Ante las preguntas insistentes de las mujeres, ellos se sienten resentidos,
no comprendidos por lo que les pasa. "Después de todo un día de trabajo --comenta
Carlos, vendedor de publicidad-- no tengo ganas de escuchar más problemas ni que me
pregunte nada".
Hay casos en que alguno de los dos, más frecuentemente el marido,
es de naturaleza introvertida. Viene de una familia en la que se hablaba poco o nada
y por lo tanto, es poco comunicativo y le cuesta mucho expresar sus sentimientos.
No comparte sus pensamientos ni opiniones. Parece parco y huraño y, en estos casos,
la mujer siente que está en un constante monólogo verbal y afectivo.
A medida
que pasa el tiempo, se va haciendo cada vez mayor el sentimiento de impotencia ante
la imposibilidad de lograr comunicación con su esposo. La situación adquiere muchas
veces, caracteres dramáticos y produce grandes desavenencias matrimoniales. Cuando
el problema es realmente intenso y no puede resolverlo solo o con apoyo y ayuda familiar,
se debe recurrir a atención profesional, puesto que si no lo hace así, la incomunicación
va a producir un deterioro matrimonial que puede llegar hasta la separación.
Otro
factor que produce incomunicación en la pareja es la huida de uno de sus miembros
hacia algún tipo de adicción. Ser adicto significa estar dominado por una fuerza que
esclaviza y de la cual es muy difícil liberarse. Puede ser que desde la infancia,
el hombre o la mujer haya absorbido el ejemplo adictivo de uno de sus progenitores,
y use el alcohol, el juego, la droga o el trabajo mismo como una manera de autodestruirse
o pagar culpas no elaboradas. Con frecuencia, es el cónyuge sano quien busca ayuda
terapéutica para la pareja, que no siempre es efectiva o por lo menos aceptada de
buena forma.
En las parejas que presentan dificultades en la comunicación,
muchas veces da la impresión de que uno habla inglés y el otro chino, y en esa forma
es imposible que se entiendan. Para empezar a comunicarse necesitan un lenguaje común
que es el que se busca a través de la autoayuda o de la asistencia profesional. En
este último caso es necesario que durante un tiempo, el terapeuta oficie el rol de
intermediario para que ambos puedan entenderse. Es necesario analizar por qué se producen
situaciones conflictivas, cuál es el origen de la incomprensión del uno hacia el otro
y qué es lo que hay detrás de cada actitud.