Mensaje del Papa a la Asamblea General de la ONU en defensa de la dignidad humana
de todas las personas y de la construcción de un mundo en el que haya más solidaridad,
libertad y paz
Martes, 16 sep (RV).- El Santo Padre invoca la abundancia de las bendiciones divinas
sobre todos los miembros de las Naciones Unidas y los diplomáticos que desarrollan
su servicio en la ONU, con el anhelo de que se fortalezca su compromiso en favor de
«la dignidad humana de todas las personas y de la construcción de un mundo en el que
haya cada vez más solidaridad, libertad y paz».
Es el Mensaje de Benedicto
XVI que el arzobispo Celestino Migliore, Observador Permanente de la Santa Sede ante
la ONU, ha leído en la celebración ecuménica que, como cada año, ha tenido lugar en
la víspera de la apertura de la nueva sesión de la Asamblea General, en Nueva York.
El
Mensaje, que lleva la firma del cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, asegura
la cercanía espiritual del Papa, con sus cordiales saludos a todos los que participaban
en este servicio de oración, en la víspera de la sexagésima tercera sesión de la Asamblea
General de la ONU.
«Implorando la guía de Dios y la fortaleza necesarias para
afrontar las tareas de las Naciones Unidas a lo largo de los próximos meses, que abarcan
la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la Nueva Alianza para
el Desarrollo de África – NEPAD – y otras iniciativas, que se proponen asegurar que
toda la familia humana pueda gozar de los beneficios de la globalización», el Papa
evoca «con gratitud su visita, del pasado mes de abril, a la Asamblea General, con
motivo del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos».
Benedicto
XVI «reitera su llamamiento a los líderes internacionales en favor de la elevada visión
moral y de los trascendentes principios de justicia contemplados en los documentos
fundacionales de la ONU».