Benedicto XVI recuerda durante el IV Encuentro con la asociación de antiguos alumnos
de Ratzinger, la necesidad de una renovación espiritual para poder percibir la voluntad
de Dios
Martes, 2 ago (RV).- Evocando a san Pablo, el Papa pronunció unas palabras al comienzo
de la Santa Misa celebrada con sus ex alumnos el pasado domingo, en el Centro Mariapoli,
en Castelgandolfo. La celebración fue durante el IV Encuentro con el Santo Padre de
la asociación de antiguos alumnos de Ratzinger, que terminó ayer y cuyo tema ha sido
«Jesús en el Evangelio y en la historia». Benedicto XVI hizo hincapié en la necesidad
de una renovación espiritual para poder percibir la voluntad de Dios.
Renovación
– reiteró el Santo Padre - que no podemos alcanzar nosotros solos, que consiste en
la muerte y la resurrección y que puede realizarse sólo en la novedad obrada por Dios
mismo. Sólo se puede lograr «abandonándonos a Cristo que nos atrae a sí, en la Santa
Eucaristía y que a través del bautismo nos hace partícipes de su muerte y de su resurrección».
Tras
señalar que gracias también al texto de San Pablo, se comprende mejor lo que el Señor
dice en el Evangelio - es decir, que sólo podemos tomar la cruz y seguirlo - el Papa
señaló que no se trata de una ascesis limitada, se habla de una novedad que podemos
recibir sólo en comunión con su muerte y su resurrección. Benedicto XVI alentó a rezar
al Señor con el anhelo de que se lleve todo lo viejo en nosotros, para que rompa nuestro
encierro en nosotros mismos y nuestra autosuficiencia y nos haga nuevos.