Bressanone reconoce con la ciudadanía honoraria al Santo Padre, como muestra de la
profunda gratitud hacia el Papa que durante 30 años la ha elegido como ciudad para
su reposo estivo
Domingo, 10 ago (RV).- "Bressanone es par mí un punto de encuentro entre distintas
culturas, y también encrucijada entre una sana laicidad y la alegre fe católica. La
historia de hecho no impide el dinamismo del futuro, sino que inspira y dinamiza el
mismo futuro. Es el encuentro entre raíces cristianas y modernidad, que sólo juntos
pueden construir una sociedad verdaderamente humana”.
Con estas palabras el
Papa expresó su agradecimiento tras recibir ayer tarde la ciudadanía de honor de Bressanone,
la ciudad que le hospeda este verano. La breve ceremonia tuvo lugar en el interior
del patio del Seminario Mayor de la ciudad de Alto Adige ante la presencia del consejo
municipal. El primero que habló durante el acto fue el obispo local Mons. Wilhelm
Egger quien subrayó el doble servicio del Pontífice: pastoral y científico-cultural,
reconociendo el compromiso de Benedicto XVI en la promoción del diálogo entre las
religiones.
El Papa, que recordó la relación especial que mantiene desde hace
30 años con esta pequeña ciudad alpina, donde tiene viejos amigos y recuerdos, rememoró
asimismo la belleza natural de sus parajes que son un verdadero aliento espiritual
y físico”. Una alabanza especial la dedicó también el Pontífice “a la convivencia
de las distintas culturas de esta zona” donde viven italianos, alemanes y ladinos.
Confiriendo la ciudadanía especial al Papa, el alcalde de Bressanone expresó la esperanza
de que su ciudad sea también la ciudad del Benedicto XVI y la sienta verdaderamente
como suya”.
En el contexto del acto, el Papa recibió en audiencia privada al
gobernador de la región con el que compartió veinte minutos de conversación. En el
cordialísimo encuentro se habló de las buenas relaciones entre la Iglesia y la región.
El Santo Padre apreció el alto porcentaje de ocupación laboral y el compromiso en
el mundo social y con el voluntariado de los altoadesinos. El gobernador aprovechó
la ocasión invitando al Papa a que renueve en un futuro próximo sus vacaciones en
Alto Adige.
Con el acto honorífico de ayer y el Ángelus de hoy, para Benedicto
XVI son de hecho las últimas horas de vacaciones en Alto Adige. Mañana lunes, el Pontífice
viajará a Roma para después trasladarse a su residencia estiva en Castelgandolfo.