2008-08-10 15:18:27

Bressanone reconoce con la ciudadanía honoraria al Santo Padre, como muestra de la profunda gratitud hacia el Papa que durante 30 años la ha elegido como ciudad para su reposo estivo


Domingo, 10 ago (RV).- "Bressanone es par mí un punto de encuentro entre distintas culturas, y también encrucijada entre una sana laicidad y la alegre fe católica. La historia de hecho no impide el dinamismo del futuro, sino que inspira y dinamiza el mismo futuro. Es el encuentro entre raíces cristianas y modernidad, que sólo juntos pueden construir una sociedad verdaderamente humana”.

Con estas palabras el Papa expresó su agradecimiento tras recibir ayer tarde la ciudadanía de honor de Bressanone, la ciudad que le hospeda este verano. La breve ceremonia tuvo lugar en el interior del patio del Seminario Mayor de la ciudad de Alto Adige ante la presencia del consejo municipal. El primero que habló durante el acto fue el obispo local Mons. Wilhelm Egger quien subrayó el doble servicio del Pontífice: pastoral y científico-cultural, reconociendo el compromiso de Benedicto XVI en la promoción del diálogo entre las religiones.

El Papa, que recordó la relación especial que mantiene desde hace 30 años con esta pequeña ciudad alpina, donde tiene viejos amigos y recuerdos, rememoró asimismo la belleza natural de sus parajes que son un verdadero aliento espiritual y físico”. Una alabanza especial la dedicó también el Pontífice “a la convivencia de las distintas culturas de esta zona” donde viven italianos, alemanes y ladinos. Confiriendo la ciudadanía especial al Papa, el alcalde de Bressanone expresó la esperanza de que su ciudad sea también la ciudad del Benedicto XVI y la sienta verdaderamente como suya”.

En el contexto del acto, el Papa recibió en audiencia privada al gobernador de la región con el que compartió veinte minutos de conversación. En el cordialísimo encuentro se habló de las buenas relaciones entre la Iglesia y la región. El Santo Padre apreció el alto porcentaje de ocupación laboral y el compromiso en el mundo social y con el voluntariado de los altoadesinos. El gobernador aprovechó la ocasión invitando al Papa a que renueve en un futuro próximo sus vacaciones en Alto Adige.

 Con el acto honorífico de ayer y el Ángelus de hoy, para Benedicto XVI son de hecho las últimas horas de vacaciones en Alto Adige. Mañana lunes, el Pontífice viajará a Roma para después trasladarse a su residencia estiva en Castelgandolfo.








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