Los cardenales Bertone y Re, en el aniversario del fallecimiento de Pablo VI, subrayan
el espíritu profético de este Siervo de Dios
Jueves, 7 ago (RV).- Pasadas las nueve de la noche, en Castelgandolfo, fallecía hace
treinta años, el 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor, el Papa Pablo
VI. En este aniversario, el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone celebró
ayer tarde la Santa Misa en la misma Iglesia Parroquial de Castelgandolfo, dedicada
a santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia.
En su homilía el cardenal
secretario de Estado reflexionó en primer lugar sobre la fiesta de la Transfiguración
del Señor, unida al Siervo de Dios, el Papa Pablo XVI y a su rico patrimonio espiritual.
A treinta años de distancia – dijo el purpurado italiano – es más fácil reconocer
hoy con admiración las dotes humanas, espirituales y pastorales y valorar la importancia
de algunas intuiciones proféticas suyas, como la publicación de la Encíclica Humanae
Vitae. Movido por el amor a Dios y a los hombres de su época, Pablo VI formuló
siempre un claro e inequívoco magisterio sobre cuestiones delicadas, como la doctrina
y la moral, el celibato sacerdotal, el ministerio presbiteral, el papel de la mujer
en la Iglesia, la moral familiar, o la cuestión social.
También el miércoles
a las cinco, en el marco del trigésimo aniversario del fallecimiento del Papa Montini,
el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos presidió
la Concelebración Eucarística en la Basílica de San Pedro. En su homilía el cardenal
Re insistió en el magisterio profético del Papa Pablo VI, “que vivió y proclamó la
fe con incansable solicitud y con valentía defendiendo su integridad y pureza”.
“En
la historia de la Iglesia, Pablo VI será recordado como el Papa del Concilio Vaticano
II porque supo hacer fructificar el diálogo entre la Iglesia y el mundo contemporáneo”,
explicó el cardenal Re. La espiritualidad cristocéntrica marcó profundamente su modo
de concebir el servicio Petrino. En un mundo pobre de amor y surcado por problemas
y violencia, el Papa Montini trabajó con intensidad para instaurar una civilización
inspirada en el amor. Y finalizó su homilía el cardenal Re recordando que Pablo VI
fue el primer Papa en volver a Palestina, el primer Papa en renunciar a la tiara para
darla a los pobres. El primero en hablar ante la Asamblea General de la ONU y fue
también Pablo VI el que abolió la corte pontificia y de esta manera dio al Vaticano
un estilo de vida más sobrio.