2008-08-05 13:26:17

Carta pastoral a los presbíteros del Prefecto de la Congregación para el Clero con motivo de la fiesta de san Juan María Vianney


Lunes, 4 ago (RV).- Con motivo, de la celebración del 4 de agosto -fiesta del santo Cura de Ars patrono de los sacerdotes, san Juan María Vianney-, el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Claudio Humes, arzobispo emérito de São Paulo, ha enviado una carta pastoral a los presbíteros de todo el mundo en la que subraya “la urgencia misionera, no sólo “ad gentes”, sino también en las regiones y ambientes donde desde hace siglos la fe cristiana fue predicada, implantada y las comunidades eclesiales establecidas.

 “Se trata de una misión o evangelización misionera dentro del propio rebaño, que tenga por destinatarios aquellos que nosotros bautizamos pero, por diversas circunstancias, no conseguimos evangelizar suficientemente o perdieron el primer fervor y se alejaron”, explica el cardenal Humes. “La cultura post-moderna de la sociedad actual, una cultura relativista, secularizada, agnóstica y laicista, también ejerce una fuerte acción erosiva sobre la fe religiosa de muchos”.

 “La Iglesia es por naturaleza misionera”, recuerda el purpurado. “La Iglesia sabe que no puede permanecer en casa y limitarse a acoger y evangelizar a los que la buscan en sus comunidades e iglesias. Es preciso levantarse e ir en búsqueda, allá donde las personas y las familias residen, viven y trabajan. Ir también a todos los servicios, organizaciones, instituciones y ámbitos de la sociedad humana. Para esta misión, todos los miembros de la comunidad eclesial son llamados, pastores, religiosos y laicos”.
  “Por otro lado, la Iglesia reconoce que los presbíteros son la gran fuerza propulsora de la vida cotidiana de las comunidades locales”, escribe el prefecto de la Congregación para el clero. “Cuando los presbíteros se mueven, la Iglesia se mueve. De lo contrario, será muy difícil realizar la misión. Vosotros, queridos hermanos, sois la gran riqueza, el dinamismo, la inspiración pastoral y misionera, allá en la base, donde viven en comunidad nuestros bautizados, -afirma el cardenal Humes. “Sin vuestra determinante decisión de remar mar adentro (“Duc in altum”) para la gran pesca, a la cual el propio Señor os convoca, poco o nada acontecerá en el ámbito de la misión urgente, sea “ad gentes” sea en los territorios de antigua evangelización.

 Pero, la Iglesia tiene certeza -señala el cardenal Claudio Humes- de poder contar con vosotros, porque sabe y reconoce explícitamente que la inmensa mayoría de nuestros sacerdotes, no obstante las flaquezas y limitaciones humanas, son sacerdotes dignos, que donan cada día su vida al Reino de Dios, que aman a Jesucristo y el pueblo que les fue confiado, sacerdotes que se santifican en el ejercicio diario de su ministerio, que perseveran hasta el fin en la mies del Señor.

 “Hay, sí, una pequeña parte de sacerdotes, que se desvió, a veces muy gravemente, -recuerda el purpurado brasileño-, pero “la Iglesia quiere reparar el mal por ellos realizado. “Por otro lado, la Iglesia se alegra y se enorgullece de la inmensa mayoría de sus presbíteros, que son buenos y sumamente loables”. “En este Año Paulino y en la expectativa del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, que se realizará en Roma, en octubre próximo, el cardenal Humes pide a los sacerdotes que se dispongan todos para la urgente misión.







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