Benedicto XVI emprende el 9º viaje internacional de su pontificado, rumbo a Australia
con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2008, cuyo lema es «Recibiréis la
fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros y seréis mis testigos»
Sábado, 12 jul (RV).-Benedicto XVI ha emprendido esta mañana el noveno viaje internacional
de su pontificado, rumbo a Australia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud
2008, cuyo lema es «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre
vosotros y seréis mis testigos» (Hch 1,8).
Como es habitual el Santo Padre,
mientras se dirige a otro País, con motivo de un viaje pastoral suele mantener un
encuentro con los periodistas que le acompañan en los viajes. Esta vez Benedicto XVI
lo ha hecho dirigiéndose a Australia, donde en Sydney clausurará la XXIII Jornada
Mundial de la Juventud. Según ha manifestado el Director de la Oficina de Prensa de
la Santa Sede, el p. Federico Lombardi la conversación ha durado unos 20 minutos y
Benedicto XVI ha respondido a cinco preguntas. La primera referida a la misma Jornada
mundial de la juventud, en la que se le ha preguntado al Papa, con qué sentimientos
se prepara para vivirla, cuál es el mensaje que quiere transmitir a los jóvenes, y
si la fórmula de estas Jornadas es todavía actual.
El Papa ha reiterado el
tema esencial de esta Jornada Mundial de la Juventud: El Espíritu Santo que hace
a los jóvenes testigos del Señor y, por lo tanto, es una exhortación a vivir la fe
de forma madura, con todas las responsabilidades en relación con la Creación, la sociedad
y la vida en todos sus aspectos.
Benedicto XVI ha subrayado cómo ahora nos
dirigimos a vivir los días centrales de la Jornada mundial, pero éstos son el punto
de llegada de un largo camino que ha sido muy importante también propio de preparación,
con la peregrinación de la Cruz y del icono de María. Por lo tanto, es una experiencia
profunda que tiene varios aspectos y que no queda reducida solamente al momento central
del encuentro con el Santo Padre, y esto garantiza que puede tener también su profundidad,
una duración. Por todo ello, el Papa considera, que la fórmula sigue siendo válida
también hoy.
La segunda pregunta – en inglés – ha sido la de un periodista
australiano de un gran periódico de este país y que tenía que ver con el futuro de
la Iglesia en Australia, en la sociedad secularizada y si el Papa es optimista o pesimista
sobre el futuro de esta Iglesia y de esta sociedad. El Santo Padre ha respondido sobre
el hecho de que la experiencia de Dios es algo que permanece esencial y válido también
en tantas situaciones diferentes, y por lo tanto se trata de encontrar después el
modo de suscitarla, de hacerla comprender al hombre de hoy, también en una sociedad
secularizada.
La tercera pregunta, formulada nuevamente por un periodista
australiano - señala asimismo el P. Lombardi - se refería al tema de los abusos sexuales
sobre el que se discute actualmente en Australia. Abusos sexuales de parte de miembros
del clero. El Papa ha reiterado lo que había dicho ya con gran claridad durante su
viaje a Estados Unidos. Es decir, el hecho de que la Iglesia no acepta absolutamente
estos abusos de parte de los miembros del clero; la importancia de la claridad del
magisterio de la Iglesia y del compromiso en la formación del clero, de forma que
se evite que estos hechos se repitan de ninguna manera. Y también todo el compromiso
pastoral de curación de las almas heridas. Así como el compromiso pastoral en lo que
respecta a las víctimas y a sus familiares. En este mismo contexto, el P. Lombardi
ha subrayado que Benedicto XVI ha reiterado los puntos que ya había expresado ampliamente
en su precedente viaje a Estados Unidos.
La cuarta pregunta se refería al riesgo
de los cambios climáticos, tema también muy actual en Australia, que es una tierra
donde hay sequías y porque está cerca de una región del mundo donde hay también tifones,
fenómenos climáticos muy graves. El Papa ha reiterado que, hablando a los jóvenes
de los temas de su responsabilidad también en relación con la Creación, ciertamente
tocará un tema de este tipo. Es decir, el de nuestra responsabilidad sobre el clima
de nuestro planeta. Sin embargo, no le corresponde entrar en detalles, dar posiciones
o medidas de carácter técnico. Ésta es una tarea, más bien, de los gobernantes o de
los científicos. Pero, desde el punto de vista moral de la responsabilidad para con
la Creación, ciertamente es un tema que interesa al Santo Padre y del cual habla y
hablará.
La quinta y última pregunta se refería a la comunión anglicana y a
la Conferencia de Lambeth, que se abre los próximos días y cuál era el deseo del Papa.
Cuál es su postura ante este gran evento de una Comunión Anglicana que corre el riesgo
de fragmentarse y que tiene graves problemas en su interior. El Santo Padre ha sido
muy directo, muy explícito, diciendo que su deseo, lo que hará por la Conferencia
de Lambeth es rezar por ellos. Su ayuda es la oración, con el fin de que también las
personas que se reunirán en esta conferencia, los responsables de la Comunión anglicana,
puedan afrontar en el mejor de los modos el gran tema de la fidelidad al Evangelio
en el mundo de hoy, que es el tema en el que todos los cristianos estamos comprometidos
en ser responsables y sobre el cual profundizamos en nuestro deber de testimonio cristiano.
Como
es tradicional, en el momento en que empezaba su viaje, esta vez rumbo a Australia,
el Santo Padre ha enviado un telegrama al presidente de la República Italiana. Manifestando
su gran alegría por encontrar a los jóvenes de todo el mundo, el Pontífice añade su
anhelo de exhortarles «a ser valientes testigos del amor de Cristo, ante las expectativas
y esperanzas de los hombres de hoy, en particular de la juventud».