Benedicto XVI acoge con inmensa alegría la noticia de la liberación de Ingrid Betancourt
y otros 14 rehenes en Colombia y reitera su profunda esperanza y anhelo de que sea
un signo que dé paso a otros igualmente positivos para tantas personas que sufren
por la violencia del secuestro
Jueves, 3 jul (RV).- Benedicto XVI acogió con inmensa alegría, ayer, la noticia de
la liberación de Ingrid Betancourt y de los otros 14 rehenes en Colombia, reiterando
su profunda esperanza y anhelo de que sea un signo que dé paso a otros igualmente
positivos, puesto que, lamentablemente, son tantas las personas que sufren por la
violencia del secuestro.
Manifestando la enhorabuena del Papa, el director
de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, hizo hincapié en la «esperanza de que también
todos los demás secuestrados puedan recuperar la libertad y que toda la nación colombiana
pueda alcanzar la pacificación, en un retorno a una condición de vida más libre de
la terrible violencia que la está atormentando desde hace mucho tiempo».
Tras
evocar los numerosos llamamientos del Papa, el Padre Federico Lombardi recordó el
más reciente. Es decir, el videomensaje a los obispos colombianos, en ocasión del
centenario de la Conferencia Episcopal de Colombia, en el que Benedicto XVI afirma
que pide ardientemente a Dios que «cese la violencia, el secuestro y la extorsión
que padecen muchos de los hijos de esa amada tierra», que «acaben cuanto antes las
situaciones, que tanto dolor han causado», y que «reine una paz estable y justa, en
un clima de esperanza y prosperidad».
No puedo
olvidar tampoco el esmero que ponen en ser hombres de concordia, ni sus continuas
exhortaciones para que cese la violencia, el secuestro y la extorsión que padecen
muchos de los hijos de esa amada tierra. Pido ardientemente a Dios que acaben cuanto
antes estas situaciones, que tanto dolor han causado, y que en Colombia reine una
paz estable y justa, en un clima de esperanza y prosperidad.
Por su parte,
el episcopado colombiano expresó también profunda alegría ante esta liberación, ayer,
de 15 personas en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarais de Colombia reiterando
un nuevo apremiante llamamiento para que dejen en libertad a los restantes cautivos.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Luis Augusto
Castro Quiroga, afirmó que su mensaje para los dirigentes de las FARC es “que liberen
cuanto antes a los que faltan y después sepan que la salida negociada es la mejor
para ellos.”
Mons. Castro Quiroga señaló que la liberación de la ex candidata
presidencial Ingrid Betancourt, de tres ciudadanos estadounidenses y de 11 miembros
de las fuerzas armadas colombianas, es una noticia que le llena de profunda satisfacción
y agradeció que haya cesado también el sufrimiento para sus familiares.
El
mismo presidente la Conferencia Episcopal de Colombia añadió el deseo de que este
rescate sirva «como un indicio más para que las FARC estudien con mucha seriedad la
posibilidad de dialogar con el Gobierno».
También el Cardenal Arzobispo
de Bogotá, Pedro Rubiano Sáenz, aseguró que este hecho «es una gran noticia» y confió
en que las FARC «entiendan que todavía tienen la oportunidad de integrarse al país
y de liberar a todos los rehenes». El purpurado colombiano recordó que toda vida es
igual sin importar de quien se trate y dijo que cree que si las FARC liberan a todos
los secuestrados, “el Gobierno les daría un trato especial”.
El embajador
de Colombia ante la Santa Sede, Juan Gómez Martínez, nos ha expresado la gratitud
de su país por la cercanía del Papa y la importante labor de la Iglesia en favor de
la paz: