Carta del Papa al patriarca Alejo II, en la que explica que la visita a Rusia del
cardenal Kasper le ofrece la oportunidad de expresar su aprecio por su ministerio
en la Iglesia ortodoxa rusa y por fomentar las relaciones entre católicos y ortodoxos
Viernes, 30 may (RV) .- El cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio
para la Promoción de la Unidad de los Cristianos celebró ayer en Moscú un encuentro
con el Patriarca ruso, Alejo II, centrado en el diálogo entre la Iglesia católica
y la ortodoxa rusa. El purpurado aprovechó la ocasión para entregarle un mensaje del
Papa Benedicto XVI y expresó su esperanza de que el encuentro "contribuya al desarrollo
de las relaciones y el diálogo".
Por su parte, la Santa Sede ha hecho pública
hoy la carta del Papa al patriarca Alejo II, firmada el pasado 19 de mayo y escrita
en inglés, en la que Benedicto XVI explica que la visita a Rusia del cardenal Kasper
le ofrece la oportunidad de expresar su aprecio por su ministerio en la Iglesia ortodoxa
rusa y por fomentar las relaciones entre los católicos y los ortodoxos.
El
Papa subraya la proximidad cada vez mayor entre ambas iglesias, y el deseo compartido
de promover valores cristianos auténticos y de testimoniar a nuestro Señor en una
comunión cada vez más profunda. El Santo Padre recuerda con gratitud la reciente
visita del patriarca a Estrasburgo y París, y la calurosa recepción dada al arzobispo
católico de la archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú durante las Navidades del
año pasado.
Otra muestra de fraternidad y amistad hacia la Iglesia católica
destacada por el Pontífice es la invitación al cardenal Kasper por parte de su eminencia
Kirill, metropolita de Smolensk y Kaliningrado, y presidente del departamento para
los asuntos exteriores de la Iglesia del Patriarcado de Moscú, para visitar esa Eparquía.
“Esto no sólo es una demostración de la voluntad personal –afirma el Papa- sino también
un gesto hacia la Iglesia católica que el cardenal Kasper representa. Además la carta
explica que durante el tiempo que el purpurado transcurrirá en Rusia, el cardenal
visitará el venerado icono de Kazan de la Madre de Dios que su venerado predecesor,
Juan Pablo II donó a Su Santidad a través de los buenos oficios del cardenal Kasper,
que acompañaron personalmente la imagen sagrada de nuevo a su patria.
Con
respecto a esta imagen el Pontífice afirma que se asemeja a otros venerables iconos
de la Madre de Dios, lo que representa una muestra más de la proximidad que existe
entre ambas confesiones. También ofrece una oportunidad para el encuentro con los
musulmanes, que demuestran gran respeto por María, la Madre de Dios.