En la Catedral de San Lorenzo de Génova, el Santo Padre recuerda el mensaje de paz
de Benedicto XV: “Lo que hace a la palabra humana capaz de beneficiar a las almas,
es la gracia de Dios”
Domingo, 18 may (RV).- Tras su encuentro con los jóvenes y el rezo mariano del Ángelus,
el Papa se ha dirigido a la Catedral de San Lorenzo, donde ha pronunciado un discurso
dirigido a los miembros del Capítulo de la Catedral y a las personas de Vida Consagrada.
Durante su discurso el Pontífice ha recordado, una vez más, la figura del Papa Benedicto
XV y su mensaje de paz que expuso en su Humani generis redemptionem: “Lo que
hace a la palabra humana capaz de beneficiar a las almas, es la gracia de Dios”.
Recordando
estas palabras, Benedicto XVI ha llamado a los Canónigos, religiosos y religiosas
de Génova, a no olvidar que “lo que nos une a todos, es que estamos llamados a anunciar
juntos, la felicidad de Cristo y la belleza de la Iglesia”. Y para ser testigos del
mensaje de Dios, el Papa ha invitado a “dejarnos guiar por el Espíritu de la verdad
y del amor”.
En la Catedral de San Lorenzo, el Santo Padre ha puesto de manifiesto
la tradición misionera de la Iglesia en Génova, enumerando a algunos santos y beatos
que esta tierra ha dado. A todos los presentes el Papa ha instado a seguir su camino,
y tomar ejemplo del apóstol Pablo, “convirtiéndonos en ‘especialistas’ de la escucha
de Dios, siendo ejemplo creíble de una santidad que se traduce en fidelidad del Evangelio”.
Por
último Benedicto XVI ha pedido confianza a las personas de vida consagrada, para que
sigan su camino “a pesar de la disminución del número y de las fuerzas”. “Os pido
que continuéis con vuestro trabajo –ha enfatizado el Papa- pero sobre todo con vuestra
presencia” en el campo educativo, “ayudando a los padres en su extraordinario y difícil
deber educativo”.