Regina Coeli: el Papa recuerda que la esperanza cristiana, fundada en Cristo, no es
una ilusión, sino el ancla que más necesita el ser humano durante su existencia
Domingo, 4 may (RV).- En el rezo del Regina Coeli, el Papa ha recordado que la esperanza
cristiana, fundada en Cristo no es una ilusión, sino que es un ancla en nuestra vida,
un ancla que penetra el Cielo donde Cristo nos ha precedido. Y en este sentido lo
que el hombre necesita más en estos tiempos en su existencia es un sólido anclaje.
Benedicto
XVI ha centrado su alocución previa al Regina Coeli en la solemnidad de la Ascensión
de Cristo al cielo, que al igual que en otros países se celebra hoy en Italia, pero
que en Vaticano y en algunas naciones del mundo se celebro el pasado jueves, ciñéndose
al Libro de los Hechos de los Apóstoles que sitúa este evento 40 días después de la
Resurrección.
“Tras la Ascensión los primeros discípulos permanecen reunidos
en el Cenáculo junto a la Madre de Jesús, en férvida espera del don de Espíritu Santo
prometido por Jesús. En este primer domingo de mayo, mes mariano, revivimos esta experiencia
también nosotros, sintiendo más intensamente la presencia espiritual de María. Y la
Plaza de san Pedro se presenta hoy casi como un Cenáculo a cielo abierto, lleno de
fieles, en gran parte socios de Acción Católica Italiana, a quienes me dirigiré después
de la oración mariana del Regina Coeli”.
Y citando la Carta a los Hebreos,
el Papa ha recordado que la esperanza cristiana, fundada en Cristo no es una ilusión,
sino que es un ancla en nuestra vida, un ancla que penetra el Cielo donde Cristo nos
ha precedido. Y en este sentido lo que el hombre necesita más en estos tiempos en
su existencia es un sólido anclaje.
Después del rezo mariano el Papa se ha
dirigido a los fieles en distintas lenguas, entre ellas el español.
Saludo con
afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de las Parroquias
del Sagrado Corazón de Jesús, de Albacete, y de San Juan Bautista, de Fuensalida,
en Toledo. En este día, en el que en algunos lugares se celebra la solemnidad de la
Ascensión del Señor a la derecha del Padre, os invito a exultar de gozo por este gran
misterio, que acrecienta nuestra esperanza de llegar también nosotros, como miembros
de su cuerpo, donde nos ha precedido Él, que es nuestra Cabeza. Feliz domingo a todos.